Javier Rupérez, el que fuera diputado de UCD y del PP, escribió, sin él quererlo, una de las páginas más tristes de nuestra joven democracia:Rupérez fue secuestrado a las puertas de su casa en Madrid el 11 de noviembre de 1979 por la banda terrorista ETA, que le retuvo durante 31 días en una vivienda de la localidad abulense de El Hoyo de Pinares.
A El Hoyo de Pinares regresaba el pasado viernes el diplomático donde, en primer lugar, Rupérez tuvo la oportunidad de visitar la casa donde estuvo cautivo hace más de cuatro décadas. Allí permaneció en un habitáculo cubierto por una tienda de campaña, en una vivienda donde los terroristas habían ocultado también un amplio arsenal de explosivos y armamento en el interior de un zulo.
Tras conocer la casa en la que pasó una parte de los treinta y un días de su secuestro y Javier Rupérez se dirigió al Ayuntamiento de El Hoyo de Pinares para participar en el ciclo 'Episodios de historia local' y donde un salón de actos a rebosar le tributó una calurosa acogida.
El alcalde de El Hoyo de Pinares, David Beltrán, rindió homenaje a los 856 asesinados, 2.600 heridos y 90 secuestrados por la banda terrorista ETA, además de recordar la trayectoria del político democristiano. «Javier, que estuvo al filo de lo peor en El Hoyo de Pinares, ha querido volver», aseguró Beltrán, «para dar testimonio de la fuerza de su personalidad y de sus valores».
En este acto público, Rupérez mantuvo una conversación con Carlos Javier Galán, autor de numerosos artículos sobre historia local, entre ellos un texto sobre este secuestro publicado en 2014.
En el diálogo, seguido con interés por el auditorio, el ex diputado fue desgranando los detalles de cómo lo apresaron los terroristas, las condiciones en las que transcurrió su encierro, la intensa campaña nacional e internacional reclamando su liberación incondicional, su puesta en libertad en la provincia de Burgos y la calurosa acogida posterior cuando volvió a ocupar su escaño -más de un mes vacío- en el Congreso de los Diputados.Fue ese día cuando el entonces presidente del Congreso, Landelino Lavilla, afirmó ante el pleno «señor Rupérez, con su libertad, todos recuperamos la nuestra".
En el transcurso del acto, Carlos Galán aportó un dato hasta ahora desconocido, cerrando el círculo de la relación local con estos hechos: el comisario que dirigió una de las operaciones policiales que sirvieron para desarticular el comando que había perpetrado el secuestro era natural de El Hoyo de Pinares.
Tras la evocación de aquel amargo episodio -«al que logré sobrevivir, no como otros muchos, lamentaba Rupérez-, el político y diplomático concluyó reivindicando los valores de pluralismo y concordia que presidieron la transición y dieron lugar al «período de mayor bienestar y libertad de la historia de España». También la memoria de un terrorismo cruel «que nunca tuvo razón».
Ante un público que lo recibió puesto en pie y le interrumpió en varias ocasiones con sus aplausos, Rupérez aseguró que su recuerdo de El Hoyo de Pinares estaría ya para siempre estrechamente unido a un cariñoso recibimiento que calificó de «inolvidable»
Por cierto que en su visita a Ávila, el político, que pudo intercambiar impresiones con las actuales propietarias de la vivienda, acudió también a la localidad de Cebreros, donde, en compañía del alcalde Pedro Muñoz y otros integrantes de las corporaciones municipales cebrereña y hoyanca, pudo realizar un recorrido guiado por el mismo, acompañado por la directora de la institución, Cristina Blanco.
Rupérez rememoró así una etapa, la transición política española, en la que tuvo destacada participación desde la coalición Unión de Centro Democrático presidida por el abulense Adolfo Suárez.