Formados ante riadas e inundaciones

I.Camarero Jiménez
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Cuatro de los bomberos con los que cuenta Ávila acaban de llegar de Huesca donde han recibido formación para afrontar rescates marcados por la fuerza del agua

Formados ante riadas e inundaciones

Cuatro de los profesionales con los que cuenta el cuerpo de bomberos de Ávila acaban de desembarcar en la ciudad después de pasar cuatro días en los Pirineos, donde se han formado en riadas e inundaciones, en cómo atender a las víctimas en caso de que se produzcan. En total la plantilla está formada casi por una treintena de personas que a la hora de formarse se van turnando y luego se encargan de transmitir lo aprendido al resto de sus compañeros. Hasta Huesca se trasladaron Juan Cantera, quien es el sargento, José Miguel Álvarez, cabo y Sergio González y Manuel San Segundo, otros dos compañeros, para ‘empaparse’ de conocimientos durante cuatro días a razón de nueve horas de adiestramiento, dos horas de teoría y siete de río, «en zonas de rápidos, en retornos, en sifones», de dificultades al fin y al cabo que es a lo que pueden enfrentarse en el futuro. Y ante ello «necesitamos conocimientos y también medios».

No es la primera vez que deben plantar cara al agua porque en nuestra provincia tenemos francamente malas experiencias. Quién olvida por ejemplo la riada de El Herradón y a sus víctimas. Allí estuvieron. También en el puerto de Valdelavía para el rescate de conductores atrapados por el agua o más recientemente la tromba de agua que hace un año afectó a Las Navas o por qué no decirlo, los disgustos que han dado los pantanos. De hecho, en El Burguillo haceun par de años tuvieron que acudir al rescate de una familia que quedó aislada tras la apertura de compuertas de la presa... «Siempre se avisa si se van a abrir», nos cuenta José Miguel Álvarez, «suena una fuerte sirena antes de hacerlo para desalojar pero, claro, puede pasar que no se conozca el significado de esa señal de alerta».

Coincide en el tiempo esta formación casi con el episodio de fuertes lluvias que se registró en la capital y provincia durante el final de la semana pasada, muy oportuno por tanto. No es el único curso, de hecho cuando hablamos con Álvarez al volver de Huesca nos contó que estaban en otro de apertura de puertas y al relevo llegará otro de rescate en vertical. «Llevamos un año muy bueno en lo que a formación se refiere», a formación y a dotación porque pone en valor que desde el Ayuntamiento, en el último año cuando entró la última corporación ha sido mucho el material que se les ha entregado. 

Formados ante riadas e inundaciones Formados ante riadas e inundaciones Volviendo a esos rescates en el agua, afirma que es un medio sumamente peligroso y en el que «siempre trabajamos en el rescate a favor de corriente porque contra una corriente no podemos luchar». En un río «te desequilibras cuando el agua te llega más o menos por el muslo» pero en ciudad, por el pavimento, por la falta de agarre porque el agua no lleva aire... «cuando el agua te llega por el gemelo es suficiente para ser arrastrado». Es algo en lo que han incidido durante el curso realizado en Huesca y que ahora, en cuanto suba el nivel de los ríos debido a la lluvia van a poner en práctica y a transmitir al resto de los compañeros «lo haremos en aguas del Alberche» y de paso estrenarán los nuevos equipos facilitados por el Ayuntamiento. «Nos han comprado una barca de rescate, nuevas cuerdas que flotan en el agua de nylon, equipos de rescate sobre láminas de agua, con botas, neoprenos, chalecos, cascos, guantes, boyas...». También les llegará una nueva furgoneta para rescate acuático y subacuático...

Los bomberos abulenses se van turnando en las formaciones, no van los mismos, normalmente asisten dependiendo de la especialidad. En el caso de la preparación para riadas fueron el sargento, el cabo y dos compañeros más que ya están preparados para actuar y en breve lo harán extensivo a los compañeros. 

Aunque estén más formados nuestros bomberos, para evitar males mayores si alguien se ve en la situación de tener que enfrentarse al agua piden que lo primero «usen el sentido común». Lo importante es no subestimar el poder de este elemento. Los niños, cuenta, son los que mejor lo afrontan porque tienen miedo y eso les paraliza, no les hace tomar decisiones guiados por falta de miedo, los adultos son peores; «si les dices que no atraviesen el curso de un río por la subida del nivel piensan que pueden hacerlo y luego... Pasa lo que pasa». «Cuando llegamos a un lugar de un suceso así y a quien hay que rescatar va en coche, lo primero es asegurar el vehículo para que no lo arrastre». Si nos ocurre, en principio hay que quedarse en el coche y, si sube mucho el nivel, salir por una ventanilla para acceder al techo y por supuesto pedir ayuda a emergencias.