«Cuando me quise dar cuenta, ya estaba en el suelo»

A.S.G.
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El abulense recuerda la caída masiva en la Vuelta a Burgos. «Demasiado poco para lo que podía haber sido». El ciclista del Caja Rural, pendiente de una resonancia que descarte una mayor lesión

David González, en la Vuelta a Burgos. - Foto: Caja Rural Seguros RGA

La caída fue tremenda, de las que ponen los pelos de punta. «Cuando me quise dar cuenta, ya estaba en el suelo» recuerda David González (Caja Rural Seguros RGA). Porque el ciclista de Fontiveros fue uno de los principales afectados por una caía que pudo costar muy caro. «Demasiado poco para lo que pudo haber sido» recuerda el abulense.

Fue en el último kilómetro de la segunda etapa de la Vuelta a Burgos, cuando el pelotón ya se perfilaba para el sprint en las calles de Villadiego. En ese momento volaban por las calles de la localidad. «Íbamos a 75.A esa velocidad, fue imposible librarlo» recuerda el abulense tras lo sucedido. Fue entonces cuando el holandés David  Dekker, corredor del Jumbo Visma, perdía el control de la bicicleta al paso por un badén. Se fue al suelo, y tras él, todos cuantos le seguían, entre ellos David González, al que se le pudo por televisión –La 7 de Castilla y León– volar contra el vallado y quedar en el arcén visiblemente dolorido. «Enseguida me llevé la mano al codo. Lo tenía fuera». Fue lo primero que comunicó al equipo. «Al menos vi que me podía mover bien» respiró aliviado. «A la velocidad que nos hemos caído... Al menos estoy vivo» relata sobre lo que se le pasó en esos momentos por la cabeza.

Las primeras pruebas fueron claras, luxación del codo. El abulense se veía obligado a abandonar la Vuelta a Burgos. A partir de ahí, expectante.Porque David González está pendiente de más pruebas que puedan revelar o descartar una lesión mayor. Si es la simple luxación, pueden ser menos de dos semanas, pero el temor es que haya afección de los ligamentos e incluso alguna fractura en la zona de la muñeca. «Ojalá no sea nada» explicaba a Diario de Ávila pendiente de los resultados de la última resonancia magnética a la que se ha sometido ya en Ávila. «Estoy pendiente de una posible fractura en la cabeza del radio y en un hueso en la mano». Una mayor lesión que espera se descarte, porque el daño, en lo deportivo, sería mucho mayor que el simple abandono de la Vuelta a Burgos.

En menos de dos semanas –14 de agosto– el abulense tenía una cita con la Selección Española. Era uno de los convocados para participar en el Campeonato de Europa de Ciclismo. «Era una gran oportunidad para mi» apuntaba el abulense ante la que sería su primera participación con la SelecciónEspañola Absoluta. «A ver si puede ser posible» comentaba. Si la lesión queda en la  conocida luxación le daría tiempo. De haber más daños, no. «Si fuera sólo la luxación, con rehabilitación mañana y tarde, estando en forma, no perdería nada. Es verdad que tengo la pierna y la espalda llena de heridas pero poco más».

Todo ello por culpa de un badén en el último kilómetro que ha despertado mucha polémica. «Es verdad que es peligroso, pero la organización de la Vuelta a Burgos es muy buena. Había gente avisando antes, pero yendo a 75 por hora y jugándote una victoria de etapa, no ves nada. Al final ocurrió lo que ocurrió y quizás para la próxima vez están más atentos» valora ante toda la polémica.