Gonzalo M. González de Vega y Pomar

En mi azotea

Gonzalo M. González de Vega y Pomar


Estamos con vosotros

21/01/2023

En el año 2007, en la ciudad francesa de Toulouse, un grupo de frailes franciscanos, ante la violencia contra las personas inmigrantes, comenzaron con los 'Círculos del Silencio', que actualmente reúnen en el país galo  a varios miles de ciudadanos en más de ciento setenta localidades  con la única pretensión de concienciarles sobre una cultura no violenta a través de acciones que podemos realizar todos, en una actitud de respeto frente al que sufre y con la mirada puesta en abrir caminos de apoyo al colectivo migrante. Círculos que se han extendido a otros países europeos, entre ellos España, y que esta tarde llega a Ávila, concretamente a la plaza de Santa Teresa, por iniciativa de la delegación diocesana de Migraciones dentro del proyecto que realiza en favor de esas personas de otros países que, por distintas causas, llegan a nuestra provincia. En un primer momento bastantes de ellos solos, dejando allá a sus familias, pero con la esperanza de poder reunirse de nuevo aquí en un futuro no muy lejano.
A esta concentración, completamente pacífica, se nos invita a todos los abulenses, a conocer la realidad de los movimientos migratorios, que constituyen uno de los signos de este siglo XXI. La globalización, la perpetuación de la desigualdad, los conflictos bélicos, la persecución política o la crisis climática son factores que empujan a las personas a migrar de su casa, de su país, de su cultura… asumiendo innumerables riesgos hasta el de la muerte, para buscar una vida mejor o simplemente para vivir con un mínimo de dignidad. Con su presencia nos estamos habituando a ser una sociedad más plural y cosmopolita, a la vez que, en parte de ella, han aumentado los sectores y actitudes xenófobas con argumentos, defendidos por partidos ultras, que no tienen demasiada consistencia. 
Con este primer 'Círculo del Silencio' de esta tarde en El Grande, se quiere dar a conocer la realidad de la migración y que reconozcamos la dignidad, hospitalidad y apoyo que merecen esas personas, a las que debemos de atender en sus necesidades básicas, a la vez que solicitar haya más compromisos políticos para con ellos y no dejarlo todo en manos de la Iglesia y de otras organizaciones no gubernamentales. Se entregarán velas a los asistentes para, con su luz,  recordar a todos esos migrantes que murieron el mar cuando viajaban en malas condiciones hacia una nueva vida. También a los que se encuentran ingresados en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIES) y a quienes son víctimas de la trata.  
En la provincia de Ávila la población migrante crece debido en parte al 'efecto Madrid'. Nuestra ciudad como otros varios pueblos cercanos a la capital de España cada día cuentan con más inmigrantes, que prefieren vivir en localidades abulenses, donde la vivienda y la vida es más asequible, pero luego marchan diariamente a Madrid a trabajar. Estas personas han llegado sobre todo de Venezuela, huyendo del régimen de Nicolás Maduro, Colombia y Perú, países en los que existen una fuerte violencia callejera, extorsiones y vejaciones a las que se ven sometidas por las mafias y en los que la seguridad brilla por su ausencia con los consiguientes peligros.
La delegación diocesana de Migraciones trabaja con estas personas, desde el momento que llegan, escuchándoles, ayudando a encontrar habitaciones o casas y si necesitan recibir alimentos básicos les derivan a Cáritas, Cruz Roja y ACCEM.  Cuenta con grupos de apoyo a fin de que, al principio, los migrantes formen una red, no pierdan sus costumbres y poco a poco vayan integrándose en nuestra sociedad. Son varias de estas personas las que ya colaboran en las actividades de distintas parroquias abulenses, formando parte de los grupos parroquiales, también como catequistas, participando en los diferentes talleres que se organizan y sirven como "puente" para lograr que se sientan acogidos. 
El 'Circulo del Silencio' de esta tarde servirá para recordar la petición del papa Francisco de tener una actitud hacia la persona migrante basada en «acoger, proteger, promover e integrar», a la vez que para abrirnos a la realidad de la inmigración en Ávila y acercarnos al sufrimiento de quienes hoy día, en nuestra sociedad, padecen más que ningunos otros. También para apelar a la conciencia de quienes hacen las leyes. Será un gesto de solidaridad, que las personas migrantes pueden sentir al ver que, con nuestra presencia, les queremos decir sabemos de vuestro dolor y os acompañamos de este modo. Estamos con vosotros.