El Hereda Ávila Auténtica El Bulevar sigue a su ritmo y su ritmo en estos momentos es de velocidad es de crucero. Séptima victoria consecutiva para los chicos de Carlos Osvaldo Gómez, algo impensable no hace tanto, cuando los malos resultados y las lesiones hicieron saltar las alarmas y tantear el mercado en busca de posibles refuerzos –principalmente un pívot– que pudieran ayudar a levantar la situación.Pero en medio de aquella vorágine,  el cambio llegó desde dentro, desde los que ya estaban pero aún no se habían encontrado como debían. Y lo que comenzó con un simple triunfo ante el Real Grupo de Cultura Covadonga, un equipo que difícilmente conseguirá sumar un triunfo esta temporada, siguió con la primera victoria fuera de casa ante el CBLa Flecha y tomó otro cariz ante la Cultural Deportiva Leonesa antes de las vacaciones de Navidad. A partir de ahí, todo lo demás. Porque siguieron las victorias ante el Mundioma Ence MarínPeixegalego, Obradoiro Ames, PBBGodoy Maceira y este fin de semana Corinto GijónBasket. Rivales de toda índole y pelaje, de toda condición y estilo. Y ante todos ellos un Hereda Ávila Auténtica El Bulevar serio, eficaz desde los primeros minutos, aquellos que en otras ocasiones les condenaban para todo lo que venía después, pero también solvente en los finales cuando sus rivales buscan en los últimos minutos, «cuando la patata está caliente» como dice Carlos Osvaldo Gómez, hurgar en los nervios de quien se ve muy cerca de la victoria pero aún lo suficientemente lejos como para poder perderla. Pero incluso en esos momentos, el equipo verderón parece otro, mucho más maduro.    

Volvió a ocurrir en Gijón, en un 'enorme' Palacio de los Deportes La Guía Adolfo Suárez pensado para la ACB pero resignado a albergar la EBA. Allí, con una treintena de aficionados verderones sumados a la causa gracias al cambio de imagen, los de Carlos OsvaldoGómez se pusieron por delante desde el inicio para no apearse más. Esta vez con un gran partido de Sergi Serrato (12) o Alejo Maggi (15) y los buenos minutos de Castaño (10) o Izquierdo (10), cuya figura como capitán y veterano se afianza cada vez más en un vestuario que, precisamente, ha conseguido convertir la aportación grupal en su mejor arma.