Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Tres visiones, con Vox al fondo

17/02/2022

Las tres peguntas realizadas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la primera sesión de control al Gobierno del año, han incidido sobre un buen número de las cuestiones que condicionan la política nacional, de las cuestiones institucionales y económicas a las territoriales, y todo ello con Vox como protagonista directo e indirecto tras la celebración de las elecciones autonómicas de Castilla y León, con unos resultados inesperados para todos salvo para el partido de ultraderecha. Sánchez estuvo a la defensiva, con lo que contribuye a no elevar el diapasón de la crispación, pero al mismo tiempo tampoco se le vio contundente a la hora de defender su acción de gobierno.   

La intervención del líder del PP fue la menos novedosa porque insistió en los asuntos de siempre sobre la ocupación y el enfrentamiento con las instituciones por parte del PSOE, la utilización del terrorismo y las víctimas de ETA, la insistencia en el 'pucherazo' de la votación del decreto sobre la reforma laboral, y su negativa a renovar el CGPJ si no se aceptan sus condiciones.  El presidente del Gobierno no estaba interesado en entrar en esas cuestiones, salvo para reclamar al PP que cumpla la Constitución y desbloquee la renovación del CGPJ, porque estaba interesado en que Pablo Casado se comprometiese a establecer un cordón sanitario sobre Vox, a lo que desde el partido han respondido, ya que el PP no se ha movido de sus principios pese a la presión del partido de ultraderecha.  

El presidente de Vox, Santiago Abascal, no realizó en sus cinco minutos ninguna alusión a las elecciones del pasado 13-F, ni a sus resultados, ni a las negociaciones para formar gobierno. Abascal estaba interesado en mostrarse como el defensor de las causas populares, el que se muestra preocupado por los problemas reales de los ciudadanos, de la subida de la luz, de los combustibles, de la inflación, del acceso a la vivienda, y el que desprecia las batallas culturales, de las políticas de género, al ecologismo, aunque la realidad le desmienta porque una niña de catorce años acababa de ser asesinada en un crimen machista. Pero Sánchez, que acusó a Abascal de negar el futuro a jóvenes y territorios no tiró de la batería de acuerdos sociales alcanzados, de la reforma laboral a la subida del SMI, para hacer frente a las acusaciones del líder de la ultraderecha. Hubiera dado lo mismo, las sesiones de control al Gobierno son diálogos de sordos.   

El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián volvió a recordar que el conflicto catalán todavía está en la agenda pendiente de una solución, y dejó dos reflexiones dirigidas a los partidos de izquierda con un ojo en la derecha. Para Rufián, cada vez que la izquierda española fracasa a "ERC no le va mal". En efecto el dontancredismo de Mariano Rajoy en la cuestión catalana derivó en la celebración de dos referéndums ilegales. Y más directamente dirigiéndose a Sánchez le ha recordado que si fracasa la mesa de diálogo con la Generalitat y deja pasar la oportunidad con la intención de desgastar a ERC tendrá más cerca hacer las maletas para marcharse de La Moncloa.  

Sánchez ha escuchado tres visiones de los problemas que afectan a los españoles y junto a Yolanda Díaz le corresponde armar propuestas que hagan visible su solución y les permita recuperar parroquia.