Pilar Álvarez

Lo social

Pilar Álvarez


Necesarios todos...

02/02/2022

¿La banca españoles no tuvo en cuenta a las personas mayores?, y todos somos necesarios en una sociedad. El hecho de que algunas personas no podamos solucionar las innovadoras comunicaciones digitales tanto en  un cajero como desde nuestro propio teléfono, u ordenador, no significa que seamos unas personas ignorantes. Por tanto, es urgente una atención más humana. En algunas ocasiones recibir esa indiferencia por parte del personal bancario que trabaja de cara al público «duele mucho».
Para cualquier usuario no nativo digital resulta a veces difícil acordarse de las claves para realizar una operación, cuesta encontrar la pestaña adecuada, incluir bien los datos, acertar cuando la tecnología se queda detenida, sin contar que no todas las personas disponen de un ordenador, y no siempre es fiable entregar los datos personales a cualquiera para que te preste una ayuda en plena operación a través de un cajero.
La banca española ha acelerado su digitalización considerablemente desde el inicio de la pandemia, haciendo que muchos de sus trámites se puedan realizar a través de internet, pero sólo el 50-60% de sus clientes se han digitalizado. Es decir, que aproximadamente la mitad de ellos no tiene competencias necesarias para realizar todas sus operaciones de forma telemática, hay muchos más inconvenientes para los mayores a la hora de efectuar sus transacciones bancarias, que por otra parte son tan cotidianas, como he reflejado antes (el trato humano sería el 50% de la solución).
Hace unos días me dirijo a mi habitual sucursal bancaria desde hace unos 16 años. Mi sorpresa fue tremenda, me encuentro un cartelito que informaba cerrado hasta nuevo aviso, póngase en contacto con su personal   a través de la línea telefónica. Como comprenderán nadie contestó a mis llamadas. Me dirijo a otra oficina bancaria, de la misma entidad, dos personas atendiendo al público, y el director de la misma dando alguna que otra indicación, sin saber ni siquiera mi problema. Después de que doy los buenos días, la respuesta del mismo director fue no atendemos sin cita previa, le expongo el tema y me dice lo mismo, llame por teléfono, pero no se preocupe en unos días su oficia volverá a su ritmo normal. OK. Solo tres clientes en la misma incluida yo misma,  me di media vuelta con la certeza que desde esa misma oficina se podía haber solucionar mi problema. 
Personalmente no tengo acciones en Renfe, ni cuenta corriente, ni fondo de inversiones, etc. Pero agradezco desde este medio su servicio ¡Atendo!, te buscan en la estación, te recogen el equipaje, te dejan sentada en tu asiento correspondiente hasta tu destino, a tu llegada la misma atención, hasta que alguna persona se hace cargo del pasajero (absolutamente gratis), para cualquier persona que solicite este servicio, el mismo que ha facilitado  que tanto las personas mayores, o con algún problema de movilidad, puedan viajar satisfactoriamente.
Y que me dicen de Teleasistencia Domiciliaria, servicio social de atención y apoyo personalizado para mayores de 65 años, y especialmente los mayores de 80 años, que por su edad, estado de salud, soledad o aislamiento, precisen de este servicio para garantizar su atención, compañía y seguridad. Les socorren en muchos casos gratuitamente las 24 horas del día, todos los días del año.
¿Qué hacen los bancos que manejan nuestros ingresos por los mayores? Ellos me dirán  «obra social», la misma que se ha vuelto invisible. ¿Algo gratuito? Esto se impone, banca roboadvisors, inteligencia artificial y la automatización de procesos de inversión están comenzando a infiltrarse como la alternativa frente a la banca. El personal inexistente, y los clientes invisibles, magia capitalista.

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