El centro penitenciario de Brieva está sufriendo la crisis sanitaria como el resto de la población abulense y lo afronta siguiendo las directrices marcadas por el Ministerio del Interior, por la Secretaría General. Las visitas, los ‘vis a vis’ están prohibidos y se están llevando a cabo las medidas pertinentes de cara a la seguridad de los presos y de los funcionarios que trabajan en la prisión. Unas medidas que de momento mantienen a la población reclusa sin resultados positivos por COVID-19, pero no así entre la plantilla que trabaja en sus dependencias. Tal y como informan desde instituciones penitenciarias hay dos positivos entre esos funcionarios ya confirmados «que están bajo control médico». Algo que ratifica desde el sindicato CSIF su portavoz Gonzalo Cruz.
Hay dos positivos, sí «pero también otras cinco personas a las que se ha realizado la prueba y están pendientes de los resultados, otros cinco más a la espera del citado test y dos más que están en cuarentena porque sus parejas tienen el virus». A todo esto se suman otras tres bajas por otras causas, lo que deja a la plantilla bastante «mermada», estima. Considera que los que están operativos lo están dando todo en esta situación pero también que «hay cierto desánimo entre ellos».
Desde instituciones penitenciarias apuntan que en cuanto a las medidas de seguridad se está actuando cómo lo determinan las autoridades sanitarias al respecto del reparto de material (mascarillas, EPI...). En ese sentido aseguran que «se han dado instrucciones claras sobre el reparto y uso de dicho material». Fruto de «este uso racional, en el centro penitenciario de Ávila, a día de hoy, no hay ningún caso positivo por COVID-19 entre la población reclusa», confirma Instituciones Penitenciarias. La crisis sanitaria ha provocado, a su juicio, que «dentro del centro, esta situación de limitación de comunicaciones y permisos se esté viviendo con la lógica procupación pero con un gran sentido de la responsabilidad por todo el colectivo de trabajadores e internas», ahora bien «habrá de mantenerse mientras dure el estado de alarma en todo el país», explican a Diario de Ávila en una comunicación escrita en la que también afirman que «los turnos de trabajo de funcionarios se están adaptando a esta nueva situación».
Preguntado por ello, el portavoz de CSIF estima que «guardias están los justos para trabajar. Las guardias son de 10, las están haciendo 6 y por las noches hay un refuerzo, son 7» .
Cruz es crítico con el ministro y la secretaría general, si bien está satisfecho con la dirección y el administrador del centro. Recuerda que la semana pasada ya estuvo la UME desinfectando las instalaciones y a mayores el administrador ha contratado a una empresa que diariamente acude a desinfectar el centro, con especial atención a las entradas y zonas de paso comunes. El material sanitario va llegando, afirma si bien las mascarillas las tienen a su disposición «desde antesdeayer» (hablamos con él este viernes, así pues se refiere al miércoles). Tenemos mascarillas de quirófano: «Una para cada tres días» y «se ha conseguido desde el propio centro, desde la dirección».
Los guantes y geles apunta que llegaron antes sí, pero estima que «se ha ido tarde» en la reacción. Las decisiones desde arriba están siendo «tardías, erróneas y confusas» y critica especialmente que se hayan comprado teléfonos para que los reclusos puedan hablar con sus familias por videoconferencia porque además se han ampliado las llamadas.
En cualquier caso defiende que la atención a esas reclusas es buena, los educadores y trabajadores sociales «siguen entrando a hablar con ellas», puntualmente les llega la medicación (el 70% toma medicamentos psiquiátricos, apunta) y eso es importante entre otras cosas porque «tenemos un déficit de médicos:hay dos jubiladas y una de baja». Queda una más contratada a la que alaba la función que está haciendo y critica que pese a que se prometió contratar médicos para Brieva finalmente no se les ha incluido».
Su desacuerdo con la política que está llevando a acabo la Secretaría General es claro y así lo pone de manifiesto el representante de CSIF.