Inés Rosado, Premio Injuve

J. Mateos
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La joven ciclista navera ha sido reconocida, a sus 12 años, con el Premio Nacional de Juventud, tras ser presentada su candidatura por la Federación Madrileña

Inés Rosado, Premio Injuve

Se la conoce por ser la mitad del tándem, dicho de otra manera, los ojos de su compañera y amiga ciega Lucía Peña, ambas ciclistas del Cofidis y recientes campeonas nacionales de ciclismo adaptado en la modalidad escolar y en la categoría de alevines. Inés Rosado García, de Las Navas del Marqués, ha sido reconocida a sus 12 años con el Premio Nacional de Juventud, tras ser presentada por la Federación Madrileña de Ciclismo. 

«Inés pilota el tándem, esto es ser los ojos de Lucía para que ambas puedan disfrutar de la bicicleta y que Lucía pueda cumplir su sueño de competir con otros niños», asegura en su dossier de méritos el INJUVE, justificando este premio, concedido por un jurado que presidía Inés Mazarrasa, directora de la Fundación Pluralismo y Convivencia, y que además conlleva una dotación económica de 5.000 euros. 

El fallo del premio tuvo lugar el pasado 5 de julio y fue publicado en el BOE en el día de ayer, con las categorías de Compromiso Social, Cultura, Medio Ambiente, Deporte, Ciencia y Tecnología y Derechos Humanos, así como otros seis sin dotación económica. 

En la memoria presentada por la Federación Madrileña de Ciclismo, se decía de Inés: «Conoce a Lucía desde que ambas eran bebés. Han compartido todo tipo de vivencias y aventuras, han aprendido a crecer juntas en todos los aspectos de la vida». Su espíritu de superación, añade la memoria, «las hace un modelo a seguir para todos los jóvenes, ya que son capaces de coordinarse y realizar un trabajo común, para cumplir un sueño, rompiendo las reglas establecidas y demostrándonos que la Inclusión en el deporte con las personas con discapacidad es posible». 

«Entre ellas, la discapacidad no existe», subraya una memoria que, según nos contaba a Diario de Ávila, José Carlos Rosado, presidente del C.D. Matalacarrera de Las Navas del Marqués y padre de Inés:, «no soy capaz de leer, porque se me saltan las lágrimas de emoción». Seguro que más de una lágrima y una sonrisa inmensa va a lucir su amiga del alma, Lucía, con quien el pasado domingo compartía el maillot de campeonas de España. Toda la Villa de Las Navas, en un momento especialmente sensible y emotivo como el que está viviendo actualmente, con los vecinos de El Hoyo de Pinares alojados en los polideportivos como consecuencia del incendio, se alegra de una buena noticia como esta, viendo en Inés y en Lucía dos claros ejemplos a seguir.