La artesanía cobra forma en el Paseo del Rastro

E.C.B
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Arteávila ofrece hasta el 23 de agosto una amplia gama de productos originales de especialidades como la joyería, la marroquinería o el tallado en madera elaborados por 25 artesanos venidos de diferentes puntos de España y de Francia

La artesanía cobra forma en el Paseo del Rastro - Foto: David Castro

Bolsos, cinturones y carteras de piel y cuero, jabones, esmaltes al fuego, artículos de joyería, utensilios de cocina en madera de olivo y de boj, bastones, cerámica, juegos de madera e incluso belenes artesanos son solo una muestra de la amplia oferta que ofrece estos días la Feria de Artesanía de Ávila, instalada desde el viernes en el céntrico Paseo del Rastro.

Todo un clásico del mes de agosto en la capital abulense que este año cumple ya su trigésima octava edición, organizada por segundo año consecutivo por la Federación de Organizaciones Artesanas de Castilla y León (FOACAL) con la colaboración del Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León.

Estos primeros días de apertura, coincidiendo con el puente de la Virgen, el turismo se deja notar especialmente en el centro histórico de la ciudad y eso está repercutiendo positivamente en Arteávila, que especialmente en la jornada del sábado tuvo mucha afluencia de gente, no solo visitantes sino también abulenses que aprovechan el fin de semana para salir a pasear por la ciudad, y el ritmo de ventas también se incrementó, según confirmaba alguno de los artesanos que participan en esta feria, en total veinticinco venidos de diferentes puntos de la geografía española e incluso de Francia, más de la mitad de ellos de Castilla y León con una buena representación abulense, especialmente del medio rural, pues hay talleres de Arenas de San Pedro, Poyales del Hoyo, Casavieja y San Juan de la Nava especialistas en piel y cuero, cerámica, papel, joyería y artículos de madera.

También explicaban estos artesanos que lo habitual es que la gente «venga primero a dar una vuelta por la feria para ver lo que ofrecemos y luego comprar lo que más le interese». Sin duda el principal aliciente para todos ellos es que se trata de artículos con un valor añadido, su carácter exclusivo ya que son piezas únicas hechas a mano y en su mayoría en el medio rural, con lo que también se contribuye indirectamente a fijar población fuera de las grandes ciudades.

Especialidades como la marroquinería, la joyería, el tallado en madera, la cerámica, el grabado, la juguetería o el esmaltado al fuego tienen cabida esta feria que permanecerá instalada en el Paseo del Rastro hasta el próximo 23 de agosto. Nueve días restan todavía para reencontrarse con los oficios artesanales que, en estos tiempos que corren en lo que la producción en cadena es la tónica dominante, ofrecen una alternativa más sostenible, con diseños únicos y muy actuales.

Cada día los veinticinco talleres situados frente al lienzo sur de la Muralla abren al público tanto por la mañana, en horario de 11,00 a 14,30 horas, como por la tarde, entre las 17,30 y las 22,00 horas.