A nadie se le escapa que cumplir 25 años organizando un acto cultural no es fácil y tiene su mérito. Como lo tienen los organizadores del Curso Internacional de Clarinete Julián Menéndez, que han cumplido esa efemérides este año. Una programación de la que se aprovechan también los abulenses, pues todos los años son diversos los conciertos que se organizan y se abren al público abulense. Este año han sido cuatro: dos de profesores, uno de antiguos alumnos y  y el ensemble de alumnos de esta edición.

 En los 25 años que llevan organizándose en Ávila el curso Internacional de Clarinete Julián Menéndez han pasado por nuestra ciudad más de 2.000 alumnos procedentes de distintos países de todo el mundo. Ayer precisamente se clausuraba la edición de este año que ha llegado a su XXV aniversario. Una cifra redonda, a la que han llegado con la nostalgia de los primeros años y con la mirada puesta en las primeras ediciones, por las dificultades que pasaron los organizadores, que por asomo pensaban que iban a llegar hasta este aniversario, como recordaba Manuel Fernández, su principal impulsor.

Había muchas ganas de volver a la normalidad del curso, sostenía Fernández. Porque entre otras cosas se llegaba al hito del 25 cumpleaños del curso. Ganas por parte de los organizadores, los profesores y los alumnos, después de que los años 2020 y 2021 no pudiera celebrarse. Reconocía que este año el número de alumnos ha sido menor que en años precedentes. La pandemia y la situación económica generada por la crisis de Ucrania ha restado alumnos a la edición de este año. En total han sido 35, procedentes de países como Japón, Francia, Bélgica, Inglaterra, Portugal y de distintas comunidades autónomas de España. Un número sensiblemente inferior a las cifras de otros años, cuando se alcanzaba los 50-60 alumnos, pero este año las circunstancias por las que atraviesa la humanidad con la pandemia y la guerra de Ucrania, han hecho trastocar muchos planes.

Pero Fernández reconocía que el grupo de alumnos que han participado ha sido de una gran calidad. «El grupo ha sido fantástico, de los mejores que han pasado, con una calidad y un gran nivel», señalaba el promotor quien sostenía que esta circunstancia se ha apreciado en los cursos y también en los conciertos que se han  organizado y que se han ofrecido a la ciudad, como suele ocurrir durante la semana del mes de julio en la que se suele desarrollar este curso. En cuanto a los profesores reconoció que había habido «una entrega total» y con un trabajo que se ha prolongado «casi a lo largo de las 24 horas del día. Son grandes profesionales». En el caso de los alumnos indicó que ha habido un grupo que se ha sumado y que participaron en el curso en los primeros años y que en la actualidad son grandes profesionales.