Los sindicatos UGT y CCOO organizaron una concentración en el marco del 8M en la que reivindicaron la perspectiva laboral en la igualdad de género y pusieron el acento en la corresponsabilidad en las tareas del hogar. Hablaron de las mujeres en peligro en otros países y criticaron las posturas políticas que pretenden eliminar recursos en favor de la igualdad.

María Villacastín Carreño, delegada UGT en Ávila, y Malva Marina Sanz, secretaria de Mujer de CCOO en Ávila, fueran las encargadas de leer este manifiesto y lo hicieron después de tener unas palabras ante los medios de comunicación en las que hicieron referencia a la brecha salarial, que «sigue siendo uno de los problemas fundamentales en las empresas y en los centros de trabajo, donde las mujeres siguen sufriendo una discriminación» y donde quieren llegar «al punto cero». Lucharán contra el acoso laboral y por razón de sexo, aseguraron, e hicieron hincapié en la «corresponsabilidad, que es otro de los problemas que tenemos en la sociedad puesto que sigue siendo un trabajo de las mujeres, que seguimos teniendo no solamente el trabajo remunerado sino cuando vamos a casa y tenemos las labores domésticas sigue sin reconocerse».

En el propio manifiesto reivindicaron la lucha de los sindicatos por los «derechos de las mujeres y por la igualdad plena», un compromiso que aseguraron que cumplen en el día a día de su actuación.

«Nos declaramos feministas, integramos la perspectiva de género en el corazón de nuestra acción sindical, exigiendo a los poderes públicos y resto de organizaciones sindicales que también integren el objetivo de igualdad plena y efectiva entre mujeres y hombres».

Entre sus referencias, la situación de crisis sanitaria, que ha ocasionado «una crisis económica y social que ha empeorado la situación de desigualdad estructural que afecta a las mujeres de la que aún no nos hemos recuperado en su totalidad». 

Hicieron referencia a los «importantes logros del diálogo social»  y el impacto de medidas como el salario mínimo, que beneficiar «a miles de trabajadores que se encuentran en una situación precaria», pero que también «redundará en la reducción de brechas de género en el empleo».

Se refirieron específicamente a la «crisis de los cuidados», donde continúa «vigente una división sexual del trabajo que adjudica a los hombres la prioridad del trabajo asalariado y a las mujeres la del trabajo no remunerado de cuidados en el entorno familiar».

Por ello apuestan por redefinir el sistema de cuidados, como una tarea «pendiente» y «urgente», porque «es una condición previa para la plena igualdad entre mujeres y hombres». Y para lograrlo reivindican servicios públicos de cuidados y atención a las personas que lo necesiten y empleo de calidad en los sectores laborales vinculados directa o indirectamente al cuidado porque «no hay ni habrá igualdad ni en lo laboral ni en lo salarial entre mujeres y hombres» si no es así.

Recordaron que dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia del Gobierno, buena parte costeado por fondos europeos, uno de sus cuatro ejes transversales es el de la igualdad de género y dejaron claro su combate frente «a los discursos negacionistas y antifeministas de posiciones políticas ultraderechistas que apuestan por la eliminación de recursos públicos destinados a remover los obstáculos que impiden hacer efectivo el derecho a la igualdad como manda la Constitución Española».

No quisieron terminar su manifiesto sin recordar a las mujeres que en otras regiones del mundo están en peligro, las migrantes, las refugiadas, a las mujeres afganas «que han visto eliminados sus derechos bajo el dominio talibán. Para ellas nuestra solidaridad y exigencia ante la comunidad internacional y nuestros gobiernos para que actúen para garantizar su protección y liberación».

Y cerraron volviendo a lo laborar, destacando la importancia de «impulsar  la negociación colectiva de medidas y planes de igualdad y exigir su cumplimiento en los términos que obliga la legislación», combatir la violencia machista desde los centros de trabajo, incrementar, mejorar y adoptar las políticas activas de empleo con perspectiva de género en todos los ámbitos, reforzar y garantizar los instrumentos y recursos de vigilancia, control y sanción de la autoridad laboral para el cumplimiento efectivo del principio de igualdad en el ámbito laboral y acelerar el proceso de ratificación de los convenios sobre el trabajo digno de las trabajadoras del hogar.

Y por todo ello unieron sus voces «al movimiento feminista, con las mujeres trabajadoras y por el derecho a la igualdad efectiva».