Las agencias se suman a hoteles en la prórroga de los ERTE

M.E
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Antes de que Gobierno y sindicatos llegasen a un acuerdo por un mes más, desde el sector se alertaba de las dificultades existentes

Las agencias se suman a hoteles en la prórroga de los ERTE

La caducidad de la configuración actual de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) tal y como está concebida por la crisis de la covid, prevista para el 28 de febrero y que ayer se prorrogó un mes más (hasta el 31 de marzo tras un acuerdo entre Gobierno y sindicatos), había disparado la preocupación entre los sectores económicos que aún siguen aferrados a una medida excepcional que ha permitido mantener empleo y sostener muchas empresas durante los prácticamente dos años de dificultades económicas asociadas a la pandemia. 

Si la Asociación de Hoteles y Alojamientos de CEOE Ávila se adhería la semana pasada a la petición realizada por la confederación nacional para que se prorrogaran los ERTE hasta el 31 de mayo de este año en las mismas condiciones actuales, para evitar «la destrucción del empleo en el sector», la Asociación de Agencias de Viaje de Ávila (ASAVIA) también señaló su preocupación por una situación que afecta directamente a un ámbito, el de los viajes, que todavía no se ha recuperado, ni mucho menos, del mazazo que les ha supuesto la pandemia.

Su presidenta, Teresa Mayor, reconoce que la situación «va mejorando» porque la gente «tiene muchas ganas de viajar», pero el interés creciente no acaba de concretarse al ritmo deseado y menos en reservas a largo plazo y destinos internacionales, por la inestabilidad existente y la posibilidad de que lleguen nuevas 'olas' que den al traste con los planes. Antes de que conocerse que se había producido un último acuerdo que extiende la medida un mes más –aunque parece que con algunos recortes–, la presidenta de la asociación se sumaba a las voces de otros sectores afectados para pedir la prórroga de la herramienta actual al menos hasta finales de mayo, una vez pasada la Semana Santa y encarado el inicio de la temporada turística para ver si finalmente las agencias de viaje acaban de levantar cabeza. 

«A nivel personal hay situaciones de no dormir por la preocupación», aseguraba Teresa Mayor, quien incidía en que en muchos casos, además, no se podía despedir a los trabajadores que vuelven de un ERTE, de ahí que se temieran dificultades para poder hacer frente a salarios y cotizaciones cuando «el negocio todavía no da».