Sin salida laboral

Carlos Cuesta (SPC)
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El desempleo juvenil de menores de 30 años ronda las 900.000 personas en España, lo que supone la mayor tasa de la UE, con un 32,3%, a pesar de que las empresas reclaman más de 145.000 puestos sin cubrir en sus plantillas

Sin salida laboral

El mercado laboral nacional lleva décadas padeciendo un problema estructural al que no consigue dar solución: el desempleo juvenil. De hecho, España tiene una tasa que se situó el 32,3% a cierre del pasado noviembre y es el país de la Unión Europea que lidera este ranking, por encima incluso de Grecia, que hace un año ocupaba este podium y que ahora está en el 31,3%, seguida de Italia (23%), Suecia (20,3%), Letonia (19,4%), Luxemburgo (19,1%) y Eslovaquia (18,7%). En el lado contrario, se encuentran naciones como Alemania con solo un 5,8%, Países Bajos (7,8%), Noruega (8,6%), República Checa (8,7%) y Dinamarca (10,4%).

En este contexto, la economía española no solo es la que más jóvenes sin trabajo tiene del Viejo Continente con 897.200 personas sin ocupación sino que, además, es la que más ha empeorado en 2022 con 1,1 puntos más. 

El indicador en la zona euro creció del 14,8% el pasado noviembre al 15,1%, el equivalente a 2,88 millones de jóvenes sin un puesto de trabajo, una cifra que España duplica. 

Según Eurostat, cuatro de cada 10 jóvenes que se quedaron sin trabajo en la UE en este período eran españoles y lo que llama más la atención de los expertos es que este incremento se produce en un año en el que la tasa general de paro nacional se redujo desde el 13,4% al 12,4%, un punto menos que, pese a ser un buen dato, duplica el promedio comunitario que está en el 6,5%.

Según el SEPE, el paro registrado de menores de 25 años ascendió en noviembre a 207.936 personas y, por su parte, la EPA contabilizó entre julio, agosto y septiembre del pasado ejercicio un total de 540.000 jóvenes sin ocupación en esta franja de edad en línea con lo que publicó Eurostat.

Los expertos en recursos humanos denuncian que, frente a que este indicador deja a España en la peor posición de la eurozona, sin embargo, las empresas lamentan que no encuentran perfiles cualificados, lo que evidencia un fracaso del sistema educativo que es incapaz de satisfacer las demandas del mercado laboral nacional. 

En este sentido, denuncian que tanto los bajos salarios del mercado laboral nacional como la falta de formación son los principales responsables de que existan actualmente más de 145.000 empleos sin cubrir en España en sectores como servicios, industria, digitalización y transición energética. 

Los sindicatos defienden que no ven un problema de vacantes sino que, a su juicio, las razones están en los bajos sueldos y en las malas condiciones de trabajo que desmotivan a los más jóvenes a entrar en un mercado laboral que no les permite ni independizarse, ni iniciar un proyecto de vida, ni acceder a una hipoteca para una vivienda, ni a la adquisición de un coche nuevo.

Incentivos

Desde el Gobierno intentan solucionar esta situación con medidas como la reforma de los incentivos a la contratación laboral, por la que se establece un nuevo mapa de bonificaciones para promover la contratación y el mantenimiento del empleo estable del conjunto de los trabajadores, aunque prioritariamente de aquellos colectivos considerados vulnerables o de baja empleabilidad, como parados de larga duración, jóvenes, mujeres y personas con discapacidad.

En definitiva, se trata de una situación paradójica de un mercado en el que hay 2,8 millones de desempleados y sin embargo no se cubren los puestos que se demandan.