Woody García publica la novela 'La verdad está en camino'

D. Casillas
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Publica un libro en el que recrea, en la España posterior a la muerte de Franco, «una historia de amor y mentiras»

Woody García publica la novela ‘La verdad está en camino' - Foto: David Castro

Woody García, empresario abulense centrado en el mundo de la hostelería y creador de esos Premios La Alcazaba que difunden la imagen de la ciudad de Ávila más allá de nuestras fronteras provinciales, acaba de estrenarse en el mundo de la literatura con la publicación de una novela, titulada La verdad está en camino, obra en la que teje una «historia de amor, mentiras y espionaje» que arranca en el momento histórico de la muerte de Franco y se prolonga a lo largo de los primeros años de la Transición. 

Su protagonista principal es Alejandro, un niño cuando comienza la novela y un joven bastante curtido en la vida cuando llega el punto y final, una persona llena de inquietudes y no pocas inseguridades que mientras va descubriendo una serie de mentiras en la vida de su familia que le afectan muy directamente iniciará un camino de búsqueda, tanto exterior como interior, que le llevará a descubrir sus valentías y sus temores, sus fortalezas y sus debilidades, y a desarrollarse personalmente.

De este personaje «lo que yo destacaría como rasgo principal es que aunque le vienen muchas cosas en contra, a pesar de que sufre muchos traspiés y conoce muchas mentiras, al final siempre se levanta después de cada golpe, y ese es el mensaje optimista que quiero transmitir, el de que es un luchador que sabe superar cada dificultad que le llega».

La escritura de esta novela, manifestó su autor, «no ha sido una tarea dura para mí, porque cuando creas algo y lo haces porque tienes ganas e ilusión de hacerlo, como ha sido el caso, te enfrentas a una tarea agradable; es más, la escritura de este libro me ha servido para relajarme, cuando me ponía a escribir era el momento en el que encontraba más relajación, y como además no tenía establecido un momento fijo de entrega era más sencilla la labor al no sentir el estrés de tener que entregarlo en una fecha determinada que me metiese prisa. Tampoco yo me marqué un tiempo para acabarlo sino que lo fui haciendo conforme salía, y creo que eso ha sido positivo».

De la mano de ese joven Alejandro, explicó Woody, «lo que trato de reflejar en la novela es una aventura de búsqueda que de una manera u otra todos hemos vivido», y para darle un marco temporal que dotara de fuerza añadida a la trama «quise situarla en una época significativa, tanto que empieza en la fecha histórica de la muerte de Franco; ahí arranca la historia que protagoniza un niño de cuya mano, y un poco a través del conocimiento que de esa época tuve yo a través de gente joven de Ávila que empezaba a salir entonces (mis padres tenían un bar), recreo la vida española de los ochenta, la de la movida madrileña que supuso un cambio importante en nuestra sociedad».

Y también, añadió, «quise plasmar las diferentes formas de ver la vida e inquietudes que todos tenemos en algún momento de nuestra vida, una amplitud de miras por la que creo que de alguna manera todos podemos vernos reflejados tanto con el personaje principal como con el resto de personajes que aparecen en el libro».

ficción y realidad. Preguntado por si ha puesto mucho de sí mismo en el libro o si ha apostado más por un distanciamiento personal, comentó que «detrás de la ficción siempre hay alguna realidad, es obvio, y aunque el libro es ficción en él aparecen cosas que bien he vivido yo o bien ha vivido gente cercana a mí. Es decir, que hay una parte de realidad, pero no necesariamente esa realidad que aparece en el libro ha sido vivida en primera persona por mí», aunque sí es cierto que una de las cosas que acaba definiendo al personaje principal, la de descubrir que es adoptado, «es algo que está basado en una realidad que vivió mi abuelo».

Siendo abulense, continuó el autor de La verdad está en camino, «quise meter una serie de guiños en la novela que tuviesen como protagonista a Ávila o a personas reales», por ejemplo a su tío Costa compartiendo 'escena' con Lola Flores, «y plasmar esos elementos ha sido especialmente satisfactorio; no podía evitar que, como abulense que soy, lo abulense tuviese de alguna manera esa relevancia que he querido darle, y por eso hay como un trato de favor del autor hacia Ávila en ciertos momentos con respecto a otras localizaciones; por ejemplo, el libro en el que veranean los personajes está inspirado en Mironcillo, que es donde yo veraneaba de pequeño».