• David Mangas advierte de lo «complicado» de un rival «cuyos jugadores veremos dentro de no mucho tiempo en ACB». Reconoce que el equipo «llega en buenas condiciones».

Hasta la fecha la fórmula del partido a partido ha funcionado. «Es lo que nos ha permitido llegar hasta donde hemos llegado».Sin embargo no se puede ocultar que este sábado, a partir de las 19,00 horas en elCUMCarlos Sastre, el Óbila vivirá uno de sus partidos más importantes. Llega el Clínicas Rincón a la cancha abulense –19,00 horas– en un duelo en el que los verderones se juegan la primera de sus opciones de ser equipo de Copa el próximo 23 de enero. El conjunto abulense tiene por delante una situación privilegiada. Podría darse el caso de que, incluso perdiendo los dos partidos que restan en la primera vuelta los del Carlos Sastre lograran la clasificación. No es el plan. Porque un triunfo en la noche del sábado, y en función de lo que hagan equipos como el MarínPeixegalego o el Fundación Lucentum, sería prácticamente un billete asegurado a la disputa del torneo nacional y convertir Ávila en su sede.El premio merece el esfuerzo.

Por lo pronto desde el cuerpo técnico verderón lo que se tiene claro es que el partido «será de los más complicados» por la entidad de un rival confeccionado desde la juventud y el físico. «El domingo Sammic nos exigió un esfuerzo extra para conseguir la victoria y ahora nos enfrentamos a uno de los equipos más físicos de la categoría» analizaba Mangas sobre un banquillo joven «pero espectacular» a los que espera ver no dentro de mucho tiempo «en ACB» por lo que avanza que «tendremos que igualar ese nivel físico para tratar de conseguir la victoria».

Su décima posición en la tabla no es sino el reflejo de un típico filial –en este caso del Málaga– «que en las primeras vueltas cuesta conjuntar» por compartir jugadores con el primer equipo «pero que en las segundas vueltas mejoran mucho».

Por lo pronto el trabajo de Paco Aurioles en el banquillo está dando sus frutos. Sólo el británico Morayo Soluade llega a la veintena. No es un problema para un equipo donde el rumano Cristian Uta o los africanos Okouo y Sow buscarán imponer la intimidación en la zona. «Tendremos que controlar el rebote» señala Mangas para un partido en el que «si tienen en día en el acierto serán difíciles de batir». Por ello reclama un esfuerzo a los suyos en una noche en la que se les abren las puertas de poder disputar una competición «en la que ni pensábamos» pero que está más cerca de nunca.