Con juegos de ilusión

B.M
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El VIII Festival Internacional Ávila Mágica dejó en la ciudad propuestas para diferentes gustos, desde la gala más 'formal' en el Lienzo Norte, hasta la magia de cerca para vivirla en familia y una actuación con un punto más extremo

Con juegos de ilusión - Foto: Isabel García

La ilusión es lo que se encuentra en cada espectáculo que estos días se puede disfrutar en el VIII Festival Internacional Ávila Mágica. Ilusión en quien lo ofrece y también el que lo recibe ya se en la magia de calle, en las galas, en una terraza de un bar o en las galas.

Dentro del apartado de galas, en la noche del sábado tuvo lugar la Gala Internacional, en la que estaban llamados a participar Javi Martín como maestro de ceremonias; Luis Boyano y Karla, con 'La cabina de los espíritus'; Jammes Garibo, con sus 'Grandes Ilusiones'; Juan Mayoral, con 'Magia Poética' y  Celia Muñoz, con 'De la copla al bel canto: ventriloquía musical'. Al cierre de esta edición se estaba desarrollando una gala que era conducida con mucho humor por Javi Martín, implicando al público, nombrando a Ávila y con su propia magia con pañuelos o cartas. El primero en salir al escenario fue Juan Mayoral con su 'Magia Poética', con una propuesta de poesía con música instrumental donde se fueron siguiendo juegos de luces y con fuego. Sencillo y luminoso para despertar los aplausos del público. La siguiente fue Celia Muñoz y, tras ella, las demás actuaciones.

Por la mañana, con una voz en off que invitaba a dejarse llevar por lo imposible, Alejandro Revuelta salió al palacio Superunda para ofrecer su espectáculo de ilusionismo dentro de la categoría de magia en familia. Al público que asistió al espectáculo se le invitó a dejarse transportar al otro lado del espejo, a un lugar donde la ilusión es mucho más que magia. Con música y aplausos (por dos veces) el ilusionista salió al escenario para que la esencia de lo imposible fuera llevada a la realidad. Y así lo fue haciendo con cada uno de sus números, ya fuera adivinando quien sería el ganador en un juego entre el público o dejando flotar unos barcos de papel con mensajes que se hicieron realidad.

el punto 'extremo'. La parte más extrema del festival de magia corrió este año a cargo de Jammes Garibo en la explanada del Lienzo Norte. En los diez minutos de espectáculo, el público pudo ver como al mago le encadenaban las manos y le metían en una gran caja de madera que fue cerrada con cadenas y que quedaba suspendida en el aire tras subirla con un camión con grúa.

El reto era lograr salir de este encierro en un minuto para lo que había una mecha de pólvora, que explotó con la caja. La magia... el mago no estaba dentro en ese momento y salió a otro lado del escenario.

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