Las largas colas que se formaron durante toda la mañana en el exterior del frontón municipal de Arévalo no dejaron lugar a dudas sobre el éxito de la convocatoria para realizar un cribado selectivo en esa zona básica de salud, que abarca más de 13.000 tarjetas sanitarias, aunque las esperas, que en algunos casos superaron las tres horas, y los retrasos pusieron a prueba a más de uno. Al final de la intensa jornada, las 3.343 pruebas realizadas a los vecinos de Arévalo y de otras 18 localidades de Ávila y alguna de Segovia permitieron aflorar 39 positivos, según los datos facilitados a última hora por laDelegación de la Junta de Castilla y León en Ávila.

Fue la primera sesión de cribados de las dos que se han programado para esta zona de salud por su elevada incidencia de casos de la COVID-19 (hoy se continúa con otras 19 localidades), de nuevo con el objetivo de detectar positivos principalmente entre los asintomáticos y con el foco en personas de 12 años o más, empadronados o residentes temporales. La masiva afluencia a las pruebas, que arrancaron a las nueve de la mañana, desbordó todas las previsiones, según reconoció el alcalde de Arévalo, Francisco León, quien explicó que, aunque la organización y la coordinación fueron buenas, la gran cantidad de personas que acudieron a la llamada de las autoridades sanitarias y municipales provocó colas «de hasta tres kilómetros» en el exterior, esperas de varias horas y retrasos sobre el horario previsto.