La pandemia sanitaria de la covid-19 parecía haber ido quedando poco a poco más olvidada en los últimos meses del pasado año pero lo cierto es que está ahora de más actualidad por el temor ante lo que puede significar lo que está sucediendo en China y que ya ha llevado a que se vayan tomando algunas restricciones ante la llegada de personas de este país.

Con la mirada en la situación actual y en lo que puede suponer, ahora es el momento de hacer un balance respecto a lo que ha significado la pandemia en este último año y su evolución. Entre las conclusiones, más allá de las impresiones que pueda haber, se observa que el último año deja un aumento en la cifra de casos (sobre todo lastrado por los inicios de año) y también en la mortalidad.

Si se observa precisamente este último dato, la información ofrecida por Sanidad Castilla y León señala que son 213 personas las que perdieron la vida cuando estaban ingresadas en el hospital y tenían covid. No es el dato total, porque no mira más allá del hospital y solo se indica si las personas fallecieron con covid independientemente si es la causa del deceso, pero es el indicador que se ofrece para ir viendo la evolución. De esos 213 fallecimientos, 50 se produjeron en el mes de julio, lo que supone prácticamente la cuarta parte del total. En realidad, el verano fue cuando más muertes se contabilizaron puesto que en agosto hubo otras 27, la segunda cifra más alta del año.

Por qué se produjo esta situación en verano, y especialmente en julio, es difícil de decir, y así lo corrobora el Servicio Territorial de Sanidad de Ávila, que incide en que no se dispone de los datos que permitan conocer cuál es la razón última por la que se ha producido un mayor número de muertes por covid en un mes concreto, en este caso julio de 2022, respecto a otros meses del mismo año.

Como posibles factores que podrían haber influido en el mayor número de fallecimientos habría que considerar, señalan, la edad de los pacientes, sus patologías de base y otros factores individuales de gravedad, condicionantes todos ellos de la evolución de la enfermedad.

En la evolución de la mortalidad, se comenzó enero con 26 muertes y después fue bajando la cifra. Más allá del repunte del verano, los datos más bajos fueron con los 9 decesos de octubre y, sobre todo, con los seis de noviembre. Si se analiza con lo sucedido el año anterior, se ve un aumento de esta mortalidad, al pasar de 156 a 213 fallecidos, es decir, un aumento de un 36,5 por ciento.

En el dato global de mortalidad, el que va más allá del hospital y se refiere a los fallecimientos covid teniendo en cuenta la baja de tarjetas sanitarias en Atención Primaria, se cerró el año entorno a los 1.260 fallecidos desde el inicio de la pandemia. Teniendo en cuenta que 2021 había terminado con algo más de 800 fallecidos, el pasado año supuso sumar unos 450 decesos.

El análisis de le evolución de los casos se hace algo más complicado puesto que durante el año hubo un cambio en la estrategia de vigilancia en la que se estableció que el diagnóstico se hacía a los casos sospechosos en personas mayores de 60 años y los hospitalizados de cualquier edad.

A pesar de este cambio, lo cierto es que los casos también aumentaron respecto a 2021, prácticamente doblando el número al pasar de los poco más de 16.000 a quedarse en el entorno de los 31.000. Es cierto que este dato está muy lastrado por lo que sucedió al principio de año, cuando se vivía la sexta ola de la pandemia. Para entenderlo hay que tener en cuenta que solo en enero de 2022 se superaron los 13.000 casos. A partir de ahí, y sobre todo con el cambio de estrategias, las cifras han ido bajando y a finales de año se registraron menos de medio millar de positivos mensuales.

Al igual que sucede con la bajada de casos, la incidencia también ha ido descendiendo a lo largo del año, aunque no se puede comparar porque al inicio se ofrecía la que había en toda la población y después se cambio a los casos en mayores de 60 años

En cuanto a la hospitalización, durante todo el año ingresaron en planta más de 1.300 personas con covid-19. En general, estos ingresos se han ido concentrando en el hospital Nuestra Señora de Sonsoles, con plantas específicas según las necesidades. En el caso de la UCI, también en el mismo hospital, los pacientes que entraron en esta unidad con covid estuvieron por debajo del medio centenar.

La evolución en esta hospitalización, sobre todo en planta, tuvo un momento de más ingresos al principio de año, con 167 en enero o más de un centenar en febrero. Después el número fue bajando hasta llegar al repunte del verano, con la cifra más alta en julio (273) y volver al descenso hacia final de año.