Editorial

El Gobierno llega al ecuador de mandato con mucho por hacer

Diario de Ávila
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A Pedro Sánchez le quedan menos de dos años para cumplir demasiadas cosas

Cuando un nuevo año comienza todos tenemos en mente un montón de propósitos que cumplir –dejar de fumar, ir al gimnasio, comer sano...–, la mayoría son promesas que 365 días después seguimos sin llevar a cabo y es así un año tras otro.

En esas está también el Gobierno de Pedro Sánchez, que arranca el año del ecuador de su mandato y lo hace con muchas promesas que cumplir que, curiosamente, son prácticamente las mismas que quería llevar a cabo en 2021 y también en 2020. El 20 de enero se van a cumplir dos años de la toma de posesión de Sánchez como presidente del Gobierno y pocas de sus medidas estrellas han visto la luz por diferentes motivos.

El Gobierno cerró el 2021 aprobando una especie de reforma de la reforma laboral que llevó a cabo el Partido Popular de Mariano Rajoy. Nada parecido a la promesa de derogar dicha reforma. Es cierto que hay cambios sustanciales, como la reducción de los contratos temporales, pero en cambio, no toca nada en los referente a los despidos o a los descuelgues salariales tan criticado a los populares en su momento. En poco o nada se parece esto a la promesa hecha por Sánchez.

En el tintero del presidente quedan muchísimas cosas por hacer. Dice que ha cumplido con el 42% de las promesas realizadas durante la campaña electoral que llevó a la Moncloa, pero lo cierto es que las que quedan tiene una gran importancia por el peso que les concedió el propio Sánchez cuando luchaba por alcanzar el sillón presidencial.

Una de ellas, quizá de las más importantes, es la reforma del Código Penal, que se frenó en cuanto llegó a la Presidencia del Gobierno. Tras pactar con sus socios la investidura, llegó otra promesa que tampoco se ha cumplido, la de reformar el delito de sedición, algo que reconoce no poder hacer al no contar con los apoyos suficientes.

En plena campaña electoral en  2019 también aseguró que la nueva Ley Audiovisual iba a obligar a que los consejos de administración de los medios de comunicación públicos tendrían que ser elegidos por dos tercios de los parlamentos. Han pasado dos años y nada de nada.

Como tampoco ha podido reformar la Constitución para retirar la inviolabilidad alRey, algo que anunció cuando aparecieron las primeras noticias sobre el dinero que presuntamente recibió Don  Juan Carlos I desde el extranjero, pero que ha terminado diluyéndose como un azucarillo con el paso de los meses.

Uno de los últimos incumplimientos del presidente ha sido su batalla con las eléctricas. Se comprometió a bajar la luz antes de fin de año e incluso llegó a decir que íbamos a pagar los mismo que en 2018, pero la electricidad sigue subiendo al igual que el enfado de los ciudadanos. A Sánchez le quedan dos años para cumplir demasiadas cosas.