Ávila Mágica también apuesta por la cantera

E.Carretero
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Entre las actividades programadas este sábado dentro del festival se incluyó un taller de infantil y una actuación de los alumnos de las escuelas de magia de Ávila

Ávila Mágica también apuesta por la cantera - Foto: Isabel García

Crear cantera. Ése es también uno de los objetivos del Festival Ávila Mágica que por ese motivo entre las actividades que programa incluyó un taller de iniciación a la magia organizado por la Escuela Mágica de Ávila e impartido por Óscar Caballero, conocido artísticamente como Mago Óscar. «Lo principal es que los juegos de magia que se van a enseñar sean sencillos pero que tengan su toque mágico para que luego los chavales los puedan realizar sin tener muchísima práctica ni gran habilidad», explicó el mago al hablar de los contenidos de este taller durante el cual los participantes no solo aprendieron sencillos juegos, sino que también los fabricaron para  conocer los efectos que causa cada truco y con la idea de que terminada la actividad se pudieran llevar el juego a casa, seguir practicando y enseñárselo a amigos y familiares. Porque los magos, aparte de aprender a hacer los juegos de magia, también son «inventores y han de conocer como funcionan todos los efectos para, a partir de ahí, crear otros nuevos o paralelos a otros ya inventados con los que seguir sorprendiendo a su público». 

Tener imaginación, como aseguró Óscar el Mago, es la habilidad más importante que debe tener un buen mago. «Hay que ser niño desde que naces hasta el final de tu vida», apuntó el mago al hablar de esas ganas de sorprender e ilusionar que han de acompañar siempre al mago y que además son innatas en esta profesión. Y como la magia no solo consiste en aprender el juego sino en compartirlo con el público de modo que éste se sorprenda también debe un mago, les contó Óscar a los niños, saber «hablar en público, moverse, tener ciertas habilidades de teatro o clown que hay que adquirir posteriormente». 

En este taller los niños aprendieron a realizar juegos con cartas, con monedas, de micromagia y de adivinación y mentalismo.   

Ángel Rodríguez, de trece años y alumno de la Escuela de Magia de Ávila desde los seis fue uno de los participantes en este taller. «Desde pequeño me gusta la magia y empecé a investigar, a ver y a que me enseñaran», explicó este joven que  compartió taller con Adolfo, Mónica y sus dos hijos, llegados desde Asturias expresamente para disfrutar de Ávila Mágica, festival que conocieron por casualidad hace unos años durante un viaje a la capital abulense y del que han hecho asiduos.  

escuela de magos. La cantera mágica de Ávila, en concreto los niños y jóvenes que aprenden los secretos de la magia a lo largo del curso en la Escuela Mágica de Ávila y en la Escuela de Magia del Casino, compartieron por la tardeen   una actuación en el Episcopio lo aprendido durante este curso. Sheila, Daniel, Ángel, Matilda y Miguel fueron los aprendices de mago encargados de dejar con la boca abierta al público.