Pablo Serrano

CARTA DEL DIRECTOR

Pablo Serrano


Rincones (2)

27/11/2022

A veces no sabes por qué suceden las cosas, y se apela al destino o a la providencia. El caso es que, en esta vida, estaba decidido que conocería a unas personas, su entorno y el negocio que iban a regentar. Va a hacer casi catorce años desde que acudí por primera vez a La Galamperna, un negocio de turismo rural en La Nava del Barco, que no por su pequeño tamaño desmerece, como ya dejé escrito en esta misma carta en 2009 –ya ha nevado–, titulada 'Rincones'. Aquella primera visita estuvo propiciada por el entonces presidente de la Diputación, Agustín González que, sabiendo de la relevancia de los medios de comunicación, y su capacidad para conectar con la sociedad, se empeñó en mostrarnos las excelencias de su entorno más próximo. Después de aquello, a título particular ya, cualquier jornada micológica o trufera era una buena excusa para escaparse a Gredos y volver a saludar a Julián y Montse, con quienes empaticé desde el principio, y que son un ejemplo más del sacrificio y esfuerzo que supone construir una vida en el medio rural, aunque luego dé satisfacciones por otro lado. Hace una semana, después de algunos años de ausencia injustificada por mi parte, regresé a este enamoradizo lugar. En esta ocasión con un buen amigo, natural de La Nava y amigo desde la infancia de los dueños. La teoría de los seis grados de separación se volvía a cumplir. Volvimos a recordar las dificultades en los inicios, la ausencia de una verdadera ventanilla única y las trabas burocráticas, y el lastre –aún hoy– de no disponer de comunicaciones propias de este tiempo tan global y digital. ¿Se imaginan a un cliente llamándoles durante una semana a su negocio porque no son capaces de contactar para hacer una compra o una reserva? Esto sucede, con la esperanza de que el internet para todos sea una realidad en pocos años.

Este negocio, con otros 299, forma parte de esa marca de calidad Ávila Auténtica, que celebraba esta semana haber llegado a los 300 socios –certificados por agencias auditorias de calidad–. Y al final, uno se da cuenta de que las cosas bien hechas, tienen recorrido y se van consolidando por sí mismas (con no poco esfuerzo), y ésta marca es amable. El sector agroalimentario y el turístico son dos campos que permiten consolidar población en el medio rural en una 'España que se está vaciando' –apelando al alcalde de la soriana localidad de Arenillas, que el pasado jueves en la entrega de las distinciones Pablo Iglesias afirmaba que a él eso de la España Vaciada no le gusta, que no está vacía, que hay muchos, y que tiene esperanza de que haya más–. Llegados a este punto, sería sensato cuando alguien quiere desarrollar un negocio en el medio rural que le hagan una escultura y le pongan alfombra roja... o al menos, que no le pongan palos en las ruedas, ¿no?