Se confirma: habrá mercado medieval y sin duda será diferente a lo acontecido en las veintitrés ediciones anteriores. La pandemia obliga y, después de un año de parón, el que es uno de los grandes acontecimientos de la ciudad de Ávila se retoma con un formato distinto y con una única prioridad: «Que sea seguro», explicaba en rueda de prensa la teniente alcalde de Empleo, Industria, Comercio y Turismo, Sonsoles Prieto, por eso entre otras cosas «se reforzarán los servicios de seguridad» y «se instalarán arcos de conteo para controlar los aforos». Será un control automático a través de un dispositivo de seguridad cuyos datos se volcarán en una plataforma web a la que tendrán acceso todos los servicios responsables de la seguridad del mercado, tales como ProtecciónCivil o los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Las calles estarán expeditas, los puestos del mercado se reducen a la mitad y se distribuirán exclusivamente en plazas; aún así, el espacio útil que se dedica al mercado se amplía prácticamente al doble para poder respetar las distancias de seguridad y los aforos permitidos. Además para que más gente pueda disfrutar de este evento se amplía en un día las jornadas que se dedican al mercado.

Pero vayamos por partes la cita tendrá lugar como ha sido siempre lo habitual en el primer fin de semana completo de septiembre; ahora bien, las ‘virtuales’ puertas de ese mercado se abrirán un día antes de lo que era lo normal. Es decir comenzará el día 2 de septiembre, jueves, y se extenderá hasta el día 5.

Serán aproximadamente la mitad de puestos los que se distribuyan por la ciudad, 240 para la ocasión, tal y como cifraba en rueda de prensa el concejal responsable de Turismo de la ciudad, Carlos López. 

Esos puestos además no ocuparán en ningún caso las calles de la ciudad, que quedarán libres para esas fechas, y se ubicarán a modo de islas en diferentes plazas de la ciudad para propiciar un recorrido circular y facilitar tanto el tránsito como las entradas y salidas. Al unísono en el total de espacios el aforo máximo que podrá albergar el mercado será de 4.000 personas, cuantificaba Prieto.

Alas tradicionales plazas que ya estaban incluidas en el mercado en años anteriores se unen espacios nuevos. El Paseo del Rastro es la principal novedad y además atesora la mayor superficie del mercado medieval. En éste como en el resto de ‘plazas’ se establecerán dos puntos de entrada y dos puntos de salida, además de cámaras y de arcos de conteo que velarán por el respeto de aforos permitidos por la autoridad sanitaria.

Recordaba Prieto, que cuando los aforos estén a punto de completarse irá avisando a abulenses y visitantes a través de diferentes cuentas municipales, como la de emergencias o la de turismo, para evitar desplazamientos a la zona y, por supuesto, cuando se hayan cubierto los aforos se impedirá el paso hasta que se vayan produciendo salidas que den pie a nuevas incorporaciones a las zonas.

El Rastro es una de las novedades y también el jardín de San Vicente, pero hay muchos más enclaves protagonistas en esta cita que de algún modo quiere «sentar precedente» y que sea un ejemplo a seguir en eventos de este tipo a lo largo de la geografía abulense, además de ser un revulsivo y una «oportunidad» para la reactivación económica de la ciudad y sobre todo de los sectores vapuleados por la crisis como el comercio o la hostelería. 

Otra novedad junto a la del Paseo del Rastro será la plaza del Mercado Grande, una de las que más aforo permite.

Espacios como la plaza de la Catedral, la de Corral de Campanas, Teniente Arévalo, Adolfo Suárez, Pedro Dávila seguirán como en años anteriores utilizadas para este evento, de los de mayor afluencia del calendario de la capital abulense.

Dado que no están permitidos los desfiles ni los espectáculos de calle dos lugares atesorarán la concentración de actividades del mercado, que las habrá y que serán anunciadas en próximos días: son el Atrio de San Isidro y el Episcopio. Precisamente este último enclave se utilizará además como espacio expositivo, será uno de los tres destinados a este fin junto con el Palacio de Los Verdugo y el de Superunda o Caprotti.

Por cierto que para esta edición se instalará un ‘punto violeta’ que se ubicará en la calle San Segundo y en aras a esa seguridad que será prioritaria cuando dé comienzo el mercado, ya saben el punto violeta ayudará en la prevención de la violencia de género. También en aras a esa máxima de seguridad no habrá programas de mano del mercado y sí cartelería repartida por la ciudad y mapping de consulta. 

En cualquier caso llamaban a los potenciales visitantes a ser responsables durante los días del mercado. Un mercado que por cierto abrirá entre las 11 horas de la mañana y la 1,30, si bien desde la 1 no se admitirán nuevos clientes, apuntaba López.

También en la rueda de prensa estuvo por parte de la organización Alberto Amado de A.M.B quien quiso poner de manifiesto el intenso trabajo que hay detrás de esta edición. Pospuesta por la pandemia reconocía que habían pasado por «momentos duros» pero que todo merecía la pena por la enorme respuesta que tuvo la última edición celebrada, en 2019. Aunque el mercado se circunscriba a las plazas aseguró que el resto de las calles del casco histórico serán decoradas como así se ha hecho de manera tradicional y para que no desmerezca esta edición aunque sea diferente a las anteriores.

Diferente será también para los bares que dadas las medidas sanitarias que prohiben el consumo en barra mantendrán las terrazas.