El religioso abulense Diego Martín Peñas ha sido elegido nuevo responsable regional de la Asociación de Sacerdotes del Prado. El sacerdote de la diócesis de Ávila, de 56 años de edad, será el encargado de coordinar esta asociación en España, durante los próximos cinco años después de una elección que ha tenido lugar en el transcurso de la asamblea que estos sacerdotes se encuentran celebrando estos días en Ávila. 

La votación tuvo lugar la tarde del martes. Una vez elegido mediante votación, los responsables del Prado llamaron al administrador apostólico de Ávila, Jesús García Burillo, para que concediera el plácet, sin el cual, no puede asumir el cargo. 

Diego Martín sustituye al que ha sido responsable desde 2013, Lucio Arnáiz, de la diócesis de Alicante. Desde ya, se inicia un proceso de relevo en la dirección de esta asociación en España, que contará, además con el nombramiento de un equipo de consejeros, que saldrá también de esta asamblea celebrada en Ávila.

No es el primer cargo de responsabilidad que Diego Martín tiene en la Asociación de Sacerdotes del Prado. Actualmente es miembro del Consejo Regional y responsable de formación. Además, en el equipo que dirige la asociación a nivel internacional, es miembro del Consejo General.

Los sacerdotes que forman parte de esta asociación en España se encuentran reunidos en asamblea durante esta semana. Se trata, como decíamos, de una asamblea que se celebra cada cinco años, en la que se proponen las líneas de acción para el siguiente quinquenio y en la que se elige al responsable de la asociación para esos años. En esta ocasión, se han reunido desde el lunes en Ávila, concretamente en el CITeS, más de 70 sacerdotes de toda España. Asisten también el responsable general, el italiano Armando Pasqualotto, y miembros de los Prados regionales de Francia e Italia. 

sacerdotes del prado. Los Sacerdotes del Prado son una asociación de sacerdotes diocesanos, constituida como Instituto Secular Clerical de derecho pontificio. En España están presentes en unas 40 diócesis. 

Se trata de un carisma que inició en Francia el beato Antoine Chevrier, a finales del siglo XIX, y que ahora está extendido por buena parte del mundo. Comenzó siendo una asociación de sacerdotes, pero hoy la familia pradosiana la forman también religiosas y seglares.

En su carisma, los pobres son centro de la acción pastoral, motivada por la adhesión a Jesucristo y la convicción de que los pobres tienen derecho al Evangelio. Su trabajo se realiza en el contexto diocesano, desde las parroquias, muchas de ellas situadas en lugares marginados y en las periferias.