Reino Unido amenaza con ejecutar un Brexit 'duro'

Agencias
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El Gobierno remarca que no está de acuerdo con la obligación parlamentaria de pedir una prórroga a Europa y advierte de que se alcance o no un acuerdo, el Ejecutivo tiene los medios y la capacidad para salir del bloque comunitario el 31 de octubre

Reino Unido amenaza con ejecutar un Brexit 'duro' - Foto: PETER NICHOLLS

El número dos del Gobierno británico, Michael Gove, reiteró este domingo el compromiso del Ejecutivo de ejecutar el Brexit este 31 de octubre, a pesar de haber enviado anoche una carta a la Unión Europea (UE) solicitando una prórroga. El Gobierno ha reconocido que el aplazamiento parlamentario ha aumentado la posibilidad de que Reino Unido abandone el bloque sin acuerdo, aunque confía en un acelerón de última hora para conseguir los votos suficientes.

El gabinete del primer ministro del país, Boris Johnson, ha dedicado las últimas horas a señalar al Parlamento británico como el responsable de la paralización de un proceso que, reiteran desde Londres, el mandatario quiere culminar a toda costa a finales de mes. 

El fracaso de la votación de ayer llevó al Gobierno británico a enviar a Bruselas una carta para ampliar el plazo de salida pero los asesores de Johnson han remarcado que en ella se subraya la voluntad del primer ministro de mantener el calendario y recuerda que la envía por orden parlamentaria, para acatar la ley. 

"El primer ministro Johnson envió la carta porque el Parlamento así lo requería", ha explicado Gove, antes de avisar de que no hay garantía alguna de que el Consejo Europeo acepte la extensión, lo que incrementa la incertidumbre sobre una salida pactada. 

"Ahora, como resultado de esta votación, nos hemos quedado sin garantías de aplazamiento", ha reconocido Gove, quien esta tarde mantendrá una reunión con su equipo para acelerar sus planes de Brexit sin acuerdo, condensados en la llamada Operación Yellowhamer. "Si la activamos, por lo menos sabremos que hemos hecho todo lo posible", ha añadido. 

Gove, en este sentido, ha reiterado que "Reino Unido se va de la UE el día 31, porque tiene los medios y la capacidad para hacerlo, y porque el Parlamento no puede cambiar la opinión del primer ministro, ni sus políticas de gobierno, ni su determinación personal", ha hecho saber a la cadena Sky News. 

Al mismo tiempo, en la cadena BBC, el ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, ha estimado que el Gobierno cuenta con los votos necesarios para aprobar el plan de Brexit y despejar así cualquier temor en la comunidad europea, antes de responsabilizar al Parlamento de los retrasos. 

"No entiendo por qué el Parlamento no lo ha aprobado, y eso es lo que vamos a tratar la semana que viene", ha manifestado.  

 

Farage prefiere ampliar el plazo y elecciones

El líder del Partido para el Brexit y uno de los grandes rostros del movimiento a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, Nigel Farage, ha abogado por una extensión del plazo de salida, inicialmente fijado para el 31 de octubre, que permita la celebración de nuevas elecciones en lugar de aceptar directamente el acuerdo de retirada pactado entre Bruselas y el primer ministro británico, Boris Johnson. 

"Quiero elecciones generales, y una ampliación del plazo nos permitiría celebrarlas, lo que me parece una opción mucho mejor que firmar un acuerdo por el que seguimos vinculados a una legislación internacional que nos ata las manos en política exterior y en muchas, muchas, muchas otras áreas", ha explicado a la cadena británica Sky News. 

Farage, ridiculizado el pasado jueves por la oposición al defender el retraso del Brexit, ha insistido no obstante que su opción preferida sigue siendo la salida sin acuerdo el día 31. 

"Es el único Brexit que merece la pena conseguir", dado que el acuerdo de Johnson "implica trabajar para igualar las condiciones con el resto de Europa, lo que significa que seguimos sin controlar por completo nuestra legislación, y eso no es un Brexit: es, simplemente, un nuevo tratado europeo", según Farage, principal promotor del referéndum de 2016 que decidió el divorcio de Londres y Bruselas.