Santa Teresa inspira al ganador del Premio SGAE de Teatro

D.C
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El dramaturgo almeriense Paco Bezerra se ha alzado con el galardón, dedicado a Jardiel Poncela, con 'Muero porque no muero (La vida doble de Teresa)'

Santa Teresa inspira al ganador del Premio SGAE de Teatro

Una obra de teatro que tiene como declarado motivo de inspiración la vida y obra de santa Teresa de Jesús, tal y como evidencia su título – Muero porque no muero (La vida doble de Teresa)– y en la cual la mística abulense es abordada de una forma más heterodoxa que ortodoxa, ha significado para el dramaturgo almeriense Paco Bezerra la consecución del XXX Premio SGAE de Teatro Jardiel Poncela 2021, convocado por la Fundación SGAE con el objetivo de impulsar y visibilizar la creación y dramaturgia contemporánea de excelencia. 

Cuenta la obra la vuelta a la vida de Teresa de Jesús 500 años después de su fallecimiento, un regreso en el que, a diferencia de lo que ocurrió a Cristo resucitado, la inmarcesible mística abulense descubre que no tiene un cuerpo en el que encarnarse, debido a que su cadáver, convertido en muchas reliquias, fue descuartizado y esparcido por todo el planeta. Mientras se busca a sí misma, y al tiempo que se reencuentra con su país –aquel que la vio nacer y morir cinco siglos atrás–, Teresa intenta comprender el motivo por el que ha sido devuelta a la vida.

La obra, contó su autor, surgió de un encargo al autor de la Fundación V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús, un tiempo que «se remonta al año 2014, cuando los organizadores del evento me contactaron para realizar el texto sobre el que se sustentaría la puesta en escena del espectáculo teatral dedicado a la santa. Pero, por distintas razones, el proyecto terminó herido de muerte y yo, pesaroso, tuve que enterrarlo cinco años en un cajón». 

No sería hasta el confinamiento de 2020 cuando Bezerra retomaría la escritura de esta pieza, y lo hizo a petición de esa ficción teresiana, tal y como el propio autor explicaba: «Paco, se me acaba de ocurrir una idea, algo que podrías hacer conmigo. Levántate de la cama y acompáñame, me dijo la obra. Y eso hice, salí de mi dormitorio y seguí a la obra por el pasillo de casa; sin sospechar que, al llegar al salón, me encontraría con el cadáver descuartizado de Teresa. La historia tiene que comenzar así, pensé, con Teresa despedazada. Y, acto seguido, me coloqué de rodillas, sobre el suelo, y, miembro a miembro, me puse a recomponer el cuerpo de la de Ávila».

«Una santa descuartizada en busca de un nuevo hogar que le permita recuperar sus partes incorruptas protagoniza de esa manera Muero porque no muero (La doble vida de Teresa)», un texto «surgido del silencio, la paz interior y un proceso disciplinado de escritura: Como un monje, me levantaba con la aurora y, en ayunas, me ponía a escribir hasta llegado el mediodía. Paraba para comer algo, una pequeña siesta y a seguir escribiendo hasta la noche. Todos los días lo mismo. Ayuno hasta el mediodía, silencio y escritura. La paz interior que experimenté aquellos días era infinita», relata Bezerra.

Asegura el dramaturgo andaluz que «tengo un apego especial a la autoría desde el texto, más que desde la puesta en escena, por eso me alegra tanto recibir un premio literario como el que acaban de anunciarme desde la Fundación SGAE»,  que considera que los reconocimientos «ayudan y te colocan en la primera línea de la escena dramática actual». 

Centrándose en lo que significa este galardón, añade, «en cierto modo, este premio te valida como autor, entras en el circuito de los autores más representativos», al tiempo que recuerda que el parón de la pandemia fue buen acicate para rescatar el texto y volver a «medirse y batirse con la dramaturgia española: he sacado la cabeza por encima de más de trescientos textos, estoy muy contento».

Y añade sobre esta obra inspirada en Teresa de Jesús, que define como su «juguete durante el confinamiento», que es la historia de una santa que falleció el mismo día que nació el autor Jardiel Poncela, con el que se ha alzado como texto ganador. «Pero esto de que Enrique viniera al mundo el mismo día en el que Teresa lo abandonó, yo no lo sabía. De hecho me enteré hace poco leyendo un libro. De repente, me topé con el dato. Qué curioso, pensé. Y, a los días, me llaman para comunicarme que he ganado el premio. Extraña sincronía», reflexiona Bezerra

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