«Debemos tomar conciencia de que somos parte de un todo»

D.C
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La poeta vallisoletana María Ángeles Pérez presentó su poemario 'Incendio mineral', «una reflexión sobre el tiempo y el hundirse en él», en el «mágico» espacio de la Universidad de la Mística

María Ángeles Pérez López, poeta vallisoletana que lleva muy a gala el honor de haber sido nombrada miembro de la Academia de Juglares de Fontiveros e hija adoptiva de la localidad natal de ese poeta por excelencia que es san Juan de la Cruz, presentó el pasado lunes en Ávila su último poemario publicado, Incendio mineral, un libro que ha gozado de una excelente acogida y que parte de la prensa especializada seleccionó como uno de los diez mejores de la cosecha lírica española de 2021.

Con la «emoción honda y especial» que significaba para ella presentar su libro en un «espacio tan lleno de resonancias sanjuanistas» como es la Universidad de la mística, la autora de poemarios como Atavío y puñal, El ángel de la ira, Diecisiete alfiles o Mapas de la imaginación del pájaro comentó que, aparte de ser un poemario «que es una reflexión sobre el tiempo y del fundirse la poeta en él para abrazar lo individual y lo universal», puede decirse de él que «es un libro en torno a lo que significa ser y lo que son los demás».

Comienza el libro, explicó, «con un poema en prosa que hace una reflexión sobre los pronombres, sobre la palabra yo, sobre qué significa decir yo, y termina con un poema que se formula en torno a la pregunta ¿Y si eres nadie? Todo ello es un poco preguntarse quiénes somos o qué significa ser y mirar a los demás, qué son las personas; preguntarse por nuestro presente, por esas personas a quienes le debemos la vida, las que nos han dado el nombre que tenemos, pero también es mirar a los animales, cuidar del planeta, lo vegetal e incluso también lo mineral, de ahí el título del poemario; lo que no está vivo pero que también nos acompaña, o a lo que acompañamos, en el tránsito de vivir».

Ampliando la perspectiva, «invito a tomar conciencia de que somos parte de un todo», que es lo que también dice Julieta Valero, una gran escritora madrileña, que ha hecho el epílogo de Incendio mineral, cuando defiende que «este libro trabaja sobre una poética de la conjugación, como si fuéramos a conjugarnos en distintas formas verbales, y pensáramos en formas personales, en el yo, el tú, el ella, el nosotros. Pues esa idea de conjugarte con los demás y con lo demás está muy presente en el libro».

Haciendo un poco suya la frase de la Biblia que afirma que «en principio fue el verbo», María Ángeles Pérez aseguró que «los seres humanos somos animales de lenguaje, estamos atravesados por el lenguaje de modo central; lo que decimos es lo que existe para nosotros, y la pregunta más importante de cada año que ha ido resonando en nosotros es porque el lenguaje nos atraviesa, igual que lo hace todo lo que comporta, la relación con todo lo demás, con las personas pero también con el tiempo que estamos viviendo, con sus dificultades».

Defendió también la poeta su convencimiento (compartido) de que «la poesía sirve siempre, y especialmente en estos tiempos tan complicados», esencialmente porque «necesitamos vínculos, necesitamos llegar a los demás y que los demás lleguen a nosotros».