«¡Por una educación, con calefacción!». Esto, entre otras muchas cosas, gritaron este martes la treintena de alumnos de la Escuela de Artes que se manifestaron a las puertas de la Dirección Provincial de Educación para protestar por el frío que pasan, explicaron, en las aulas del centro.

Y es que parece ser que las averías que va acumulando el nuevo sistema de calefacción, una caldera de biomasa que se instaló este verano y que presta servicio también a los vecinos institutos Jorge de Santayana y Alonso de Madrigal, se traducen en bajas temperaturas en las aulas.

«Nos estamos congelando, es que pasamos más frío en clase que en las calles», se quejaba uno de los alumnos que, acompañados por algunos profesores y representantes de los padres, se desplazaron hasta las puertas de Educación para mostrar su descontento.

«Desde que empezó el frío y arrancaron las calefacciones estamos con problemas un día y otro también», denunciaba Alberto Herráez, representante de los padres de alumnos en elConsejo Escolar. «Cuando no se acaba el combustible es que se ha averiado», proseguía explicando a Diario de Ávila este padre, que hablaba del hartazgo de los que sufren en sus carnes las bajas temperaturas y para los que, decía, «siempre hay buenas palabras».

«Yo voy a clase con una manta». «Y yo con una resistencia calórica». Son declaraciones de otras dos alumnas de la Escuela de Artes.

Ellas, como sus compañeros, no dudaron en sentarse a las puertas de la Dirección Provincial Educación donde, finalmente, fueron recibidos por su máximo responsable,Santiago Rodríguez.

Puestos al habla con éste, Rodríguez reconocía a Diario de Ávila tras este encuentro los «fallos» que está dando el nuevo sistema instalado.

Era él también el que explicaba que la nueva caldera de biomasa comenzó a funcionar en octubre, gracias a la colaboración entre la Consejería de Educación y el Ente Público Regional de la Energía de Castilla y León (EREN).

«Es cierto que este sistema está dando algunos fallos y que ha habido varias paradas», aseguraba el director provincial, que entiende, dice, que se trata de «fallos de ajuste» que, quería subrayar, son subsanados tan rápido como se puede.

De hecho, según Rodríguez, el fallo de ayer, el que llevó a alumnos y profesores a manifestarse a las puertas de la Dirección Provincial de Educación, se notificó a las nueve de la mañana y «a las 12,30 horas ya estaba arreglado».

«Es verdad que no es deseable que se hayan producido varias averías», lamentaba el director provincial, que hablaba de cómo desde el departamento que él coordina se «exige» a la empresa zamorana que tiene el contrato de mantenimiento y cuyo contrato no estuvo en las manos de la Dirección Provincial sino que se hizo de manera centralizada.

Preguntado sobre si estas averías afectan de igual manera a los otros dos institutos a los que da servicio la caldera de biomasa, Rodríguez explicaba que tanto en el Alonso de Madrigal como el Jorge de Santayana se pudo mantener la caldera antigua. «Así que tienen la opción de conectarlas cuando ocurre esto», apuntaba, «por lo que los más afectados son los alumnos de Artes».

Proseguía Rodríguez hablando de cómo estas «paradas» no duran nunca varios días. «Pero es verdad que ha ocurrido varias veces», reconocía, «y entiendo que no es ambiente como para estar allí».

Porque hay que tener en cuenta que, a los problemas puntuales en la calefacción, hay que sumar la necesidad de tener las ventanas abiertas a causa del coronavirus. «Es una situación añadida que ocurre en todos los centros, e incluso con la calefacción puesta, no se logra un nivel térmico confortable», decía Rodríguez que confíaba en que el ajuste realizado este miércoles en la caldera «sea el definitivo».