Ávila vivió ayer uno de los días más calurosos de junio

J.C.Huerta
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Candeleda, con 41,4 grados, volvió a encabezar las máximas de Castilla y León

Ávila vivió ayer uno de los días más calurosos de junio - Foto: David Castro

La capital abulense vivió ayer el tercer día más caluroso del mes de junio de su historia estadística, que se remonta al año 1961, hace seis decenios. El observatorio capitalino de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) registró este miércoles 35,1 grados, a las 16:50 h, unas décimas inferior a las máximas del 28 de junio de 2019, con 35,8 grados, y del 26 de junio de 2012, con 35,6.

En la provincia la ola de calor, que continuó extendiendo una densa alfombra de polvo africano en el cielo, se dejó notar especialmente en el Valle del Tiétar. Candeleda, por segundo día consecutivo, anotó la temperatura máxima de la región, con 41,4 grados. En la llanura septentrional tampoco se libraron del tórrido ambiente, con 37,3 grados en  Arévalo. En El Barco se alcanzaron los 35,5. La noche fue cálida, con el mercurio en torno a los 20 grados.

tormentas. La ola de calor dará un respiro en el Sistema Central hacia el mediodía de hoy, al esperarse tormentas entre las 14 y las 19 h, menos probables en la meseta abulense. Pasadas éstas, la noche volverá a ser canicular, con temperaturas que no bajarán de los 20 grados en la mayor parte del territorio.

Cuando sí está previsto que remita el calor es a partir de la madrugada del sábado, momento en el que los  termómetros descenderán a valores próximos a los 15 grados, refrescando el ambiente y anticipando el fin de la ola de calor, una remisión que será constante hasta el martes. Ese, al menos, es el pronóstico de la Aemet que, de hecho, prevé mínimas de 9 grados en la madrugada del día 21 de junio en la capital abulense y una máxima de 21, paradógicamente al nivel de los registros de la noche de hoy y de mañana. En toda la provincia, a partir del domingo no se alcanzarán los 30 grados en las horas centrales del día, ni siquiera en la comarca del Valle del Tiétar, con registros más propios de la primavera abulense, a pesar de que el sol estará presente en el cielo durante la mayor parte de las horas diurnas.