«Sabina es el mejor compositor en habla hispana, de largo»

D. Casillas
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Jimenos Band, grupo tributo al bardo de Úbeda considerado el mejor de España en ese campo, vuelve este sábado al Lienzo Norte para homenajear a un cantautor al que admira con un espectáculo lleno de humor y de complicidad con el público

«Sabina es el mejor compositor en habla hispana, de largo»

Jimenos Band, grupo musical fundado en Valladolid en 2009 por los hermanos Nacho y Alejandro Jimeno, está considerado por la crítica como el mejor –o uno de los mejores, que no es poco– de cuantos a nivel nacional e internacional rinden tributo sobre las tablas al maestro Joaquín Sabina, una valoración que hacen buena cada vez que suben al escenario para recrear un puñado de canciones del bardo de Úbeda y que volverán a demostrar este sábado en el Lienzo Norte, a donde vuelven menos de un año después de su anterior visita –fue el 8 de abril–… con el precio rebajado con respecto a aquella ocasión para ayudar a hacer más llevadera la cuesta de enero.

Nacho Jimeno, voz –impostada, digamos que magníficamente impostada para imitar a Sabina– y guitarra de la banda, adelanta algunos de los detalles de este concierto, en el que además de homenajear a su admirado Joaquín volverán a hacer gala de un magnífico humor con el que salpimentan los huecos que se abren entre canción y canción.

Vuelven a Ávila nueve meses después de su anterior actuación, ¿les gusta venir a cantar a esta ciudad?

«Sabina es el mejor compositor en habla hispana, de largo»«Sabina es el mejor compositor en habla hispana, de largo»Nos gusta mucho, Ávila es una pasada y nos gusta mucho ir allí. Siempre tenemos ganas de volver a Ávila, desde que empezamos a ir a actuar a la sala Comecocos; además, la gente es encantadora, se come bien..., vamos, que es una ciudad maravillosa en la que se da la suma de muchos valores que apreciamos. Y ahora mismo no puede haber mejor sitio para actuar que en la sala de ese palacio con tan hermosas vistas a la Muralla.

Al haber pasado tan poco tiempo desde su anterior recital ¿vienen con un repertorio diferente?

Sí, hemos adaptado un poquito el repertorio para innovar, con alguna sorpresa que otra, aunque siempre tienes que hacer las canciones más conocidas porque si no el público parece que echa en falta algo. Elegimos las canciones que creemos que son más populares, pero también metemos otras que a nosotros nos gustan especialmente.

¿Y cuáles son esas canciones que no pueden faltar?

Pues por ejemplo 19 días y 500 noches, Y nos dieron las diez, Por el bulevar de los sueños rotos… todas esas si nos las hacemos nos las suele pedir el público.

¿Las canciones elegidas recorren toda la trayectoria se Sabina o se quedan en algún periodo concreto?

Hemos preferido interpretar canciones que van desde sus inicios hasta la actualidad; y luego lo que siempre hacemos es intentar escuchar al público cuando nos pide alguna canción concreta que lo mismo no tenemos en el repertorio, y si podemos pues le complacemos y la metemos.

¿Hay mucha diferencia entre el Sabina con Pancho Varona y el Sabina con Leiva?

Yo soy muy de Pancho Varona, aparte de que somos amigos, y por eso me gusta más el Sabina de Varona, el de discos como Física y Química, que el Sabina más reciente. Varona tiene mucho carisma y le daba muy buenos consejos a Sabina, y creo que eso se nota.

Aparte de por cantar imitando con mucha fidelidad a Sabina, la Jimenos Band se caracteriza por ese sello de identidad de darle su toque personal y por ofrecer mucho humor en sus conciertos.

Sí, esa apuesta por ofrecer humor en nuestros espectáculos se ha hecho una seña de identidad de los Jimenos, tanto en el tributo a Sabina como en el espectáculo variado que hacemos con temas de otros cantantes. El humor hace más ameno el concierto, y además creemos que cualquier espectáculo debe ofrecer algo propio que no sabes muy bien lo que es pero que es imprescindible.

Y también les gusta mucho interactuar con el público.

También eso de interactuar con el público nos parece importante, y que si alguien te dice algo le respondas, que haya complicidad, que exista un diálogo entre el público y el músico para romper una barrera que normalmente los grupos no pueden o no quieren romper. Cuando falta eso parece que estás tocando en un escaparate, y nosotros queremos huir de ello.

Conseguir ese diálogo entre público y artista debe ser más difícil de lo que parece

Sí, no es muy fácil y no sabemos muy bien cómo se hace, pero si lo conseguimos estamos muy contentos de ello. De hecho, cuando empezamos a actuar no lo hacíamos con esa idea, nosotros intentábamos hacer un tributo a Sabina lo más digno posible y eso del humor y la complicidad surgió, vimos que era positivo y lo hicimos seña de identidad.

Al final el espectáculo lo hace el público más que el grupo, porque tú puedes tener una idea de lo que quieres pero se te puede ir al garete, y lo que siempre tienes que hacer es adaptarte a quien te escucha y, además, reinventarte en cada espectáculo. Tienes que tener claro que puedes haber hecho un concierto que te haya salido muy bien, pero una vez que acaba ya no vale para nada, tienes que pensar en el siguiente. Todo el trabajo pasado ya no te vale de nada, más que por el poso que te puede dejar, porque si sólo te repites puedes acabar matándote a ti mismo.

¿Y qué hacen unos hermanos de Valladolid cantando a un andaluz como Sabina; es sólo admiración por el cantautor o hay algo más?

Supongo que, como todos los tributos, lo nuestro por Sabina nace un poco de la admiración por el artista. Yo recuerdo que cuando éramos pequeños íbamos en el asiento de atrás del coche de mis padres y ellos ponían en el cassette las cintas de Física y química, Yo, mi, me, contigo y otras, canciones que no son para niños, y ya allí nos enamoramos de su música.

Puedo decir que aunque escucho mucha música a diario, y de todos los estilos, nunca he escuchado nada parecido a Sabina, creo que no lo hay, es el mejor compositor que hay en habla hispana, pero de largo. Hay otros que se le pueden acercar pero no le llegan; había uno muy bueno que se quedó por el camino, pero porque quiso él, que es el Lichis, el cantante y compositor de La cabra mecánica, tenía muchas cualidades no para ser como Sabina pero sí para acercarse, pero decidió dar un giro total e ir por otro lado completamente diferente.

Llevar el marchamo de ser el mejor grupo tributo a Sabina en España, ¿pesa o incentiva?

A mí me da hasta vergüenza que nos digan eso, porque me parece algo increíble. Yo ni siquiera me considero músico, veo músicos por ahí que tocan muy bien pero que tienen poco público, y que a nosotros nos digan ese piropo es algo que nos sorprende... y que también, lógicamente, se agradece.

Es un poco lo que decía antes, que al final a lo mejor lo importante no es tocar perfecto sino tener algo personal que ofrecer, que no sabes muy bien lo que es pero que consigue conectar con quien te escucha.

¿Hay que ser también un poco gamberro, como el propio Sabina?

Pues seguro que sí, que hay que ser un poco gamberro sobre el escenario y prepararse bien antes de los conciertos bebiendo un cubatita, fumando un cigarrito, etc, para meterse lo mejor posible en el papel del homenajeado.

¿Cuánto tiempo estará la Jimenos Band sobre el escenario del Lienzo Norte este sábado?

Pues en principio alrededor de una hora y media, pero luego también depende del público; el pasado fin de semana tocamos en Zamora y estábamos tan a gusto que nos fuimos casi a las dos horas. Lo importante es adaptarte a cada caso, dejarte llevar, y que tanto nosotros como el público nos sintamos lo mejor posible.