ASAJA y Repsol usarán residuos para hacer biocombustibles

SPC
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Ambas entidades cooperarán para impulsar la economía circular y generar oportunidades en el sector primario a través de la valorización de subproductos en la industria energética

ASAJA y Repsol usarán residuos para hacer biocombustibles

La agricultura y -sobre todo- la ganadería están en el punto de mira en los últimos tiempos. Los residuos que genera el sector, sobre todo en su modelo intensivo, son motivo de controversia debido a su potencial contaminante de suelos y aguas, tanto superficiales como subterráneas. Sin embargo, para todo problema existe una solución y ASAJA y Repsol se han unido para intentar dar un paso más en la economía circular confiriendo valor a esos subproductos que actualmente suponen un problema para el medio ambiente y la sociedad en su conjunto.

Ambas entidades han firmado un acuerdo de colaboración para mejorar la sostenibilidad del campo. La organización agraria y la empresa energética compartirán su conocimiento y capacidades para buscar soluciones que mejoren la gestión de subproductos de la agricultura y la actividad ganadera en entornos rurales y poco poblados, donde la logística puede suponer una gran dificultad. Repsol analizará el potencial de estos residuos y subproductos como nueva materia prima para la fabricación de combustibles renovables y materiales circulares en sus complejos industriales.

Otra de las líneas de trabajo contempla la reutilización de subproductos procedentes de la industria del refino como fertilizantes en suelos agrícolas para incrementar su rendimiento y productividad. Es una excelente opción para no depender tanto de los abonos químicos que tanto se han encarecido desde que estalló la guerra en Ucrania, además de dar un uso a sustancias cuya gestión muchas veces supone un quebradero de cabeza. Con estos proyectos ambas entidades promoverán la creación de nuevas cadenas de valor locales que inducen el empleo en zonas rurales y afectadas por la despoblación.

Berta Cabello, directora de Combustibles Renovables en Repsol, asegura que «la agricultura y la ganadería son sectores clave en España y en Repsol estamos trabajando con ellos para desarrollar la economía rural y transformar los subproductos de esta actividad en combustibles y materiales renovables y circulares, que a su vez pondrán volver a usarse en el sector». Pedro Barato, presidente de ASAJA, se mostró muy satisfecho con la firma de este acuerdo porque «los proyectos a realizar junto a Repsol suponen para ASAJA poder estar a la vanguardia de la tecnología más puntera en materia de producción de energías limpias para la mejora del medio ambiente».

Para Repsol, la economía circular es una herramienta clave en su programa de transformación industrial que permite fabricar productos de alto valor añadido y con menor huella de carbono a partir de residuos de distinta naturaleza. La compañía está analizando más de 40 tipos de residuos y tecnologías para asegurar la producción de biocombustibles avanzados y materiales petroquímicos circulares con el objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono en el 2050.

Por su parte, ASAJA, que representa a más de 200.000 asociados, hace esta apuesta de futuro para que sus agricultores y ganaderos puedan beneficiarse de los proyectos de economía circular y aprovechamiento de residuos agrícolas y ganaderos para la producción de biometano y otros combustibles renovables, mejorando el valor de los subproductos y residuos agrarios y abaratando los costes de producción en las explotaciones, un problema que actualmente es el que más atenaza a los profesionales del campo.

 

Purines para obtener biometano y fertilizantes.

Este proyecto no es el único relacionado con el aprovechamiento de subproductos ganaderos en el que está implicado Repsol. La compañía, junto con Naturgy y Reganosa, colabora con Impulsa Galicia (una sociedad mixta promovida por la Xunta de Galicia) para desarrollar la economía circular con un proyecto que transformaría a gran escala excedentes de deyecciones ganaderas y otros residuos en biometano, fertilizantes orgánicos y CO2 neutro de origen biológico. Esta iniciativa ha sido concebida para optimizar la gestión de purines en la comunidad gallega, disminuir la dependencia energética del exterior, facilitar el cumplimiento de las nuevas normas europeas y ayudar a descarbonizar la industria, los hogares y la movilidad. Los promotores están llevando a cabo actualmente labores de campo y ensayos que dan continuidad a meses de estudios e investigaciones previas.

El proyecto consiste en desplegar progresivamente por el territorio una red de plantas que valoricen los excedentes de purines bovinos, porcinos y avícolas mezclados con una cantidad menor de FORS (fracción orgánica de recogida separada) y RIO (residuos industriales orgánicos) del sector agroalimentario para producción de energía renovable. Así queda recogido en el memorando de entendimiento que recientemente han suscrito Repsol, Naturgy y Reganosa con Impulsa con el objetivo de acompañar iniciativas empresariales que incidan en la dinamización, el progreso y la transformación de la economía gallega a través de un modelo verde y digital. Con una inversión aproximada de 146 millones de euros, en la primera fase se tratarían anualmente 1.240.000 toneladas de purines excedentarios y se producirían, amén de fertilizantes orgánicos y CO2 neutro, unos 300 gigavatios hora (GWh) de biometano que se inyectarían a la red de gas natural. Este gas renovable se utilizaría para descarbonizar distintos sectores, como el del transporte, el residencial y el industrial.