«Volaban a miles, chirriantes y negros», esta frase de la novela 'La sombra del ciprés es alargada' fue elegida por el biólogo y profesor Luis Corrales Bermejo para titular la conferencia que en la tarde de ayer abría  el I Festival de Vencejos, que organiza el ayuntamiento de Ávila a lo largo del fin de semana. Corrales Bermejo eligió precisamente este pasaje de la primera novela de Miguel Delibes porque habla de la relación de esta impresionante ave con la Muralla de Ávila.

El profesor Bermejo  se refirió a las características que les hacen fantásticas, porque posee «un volar ilimitado, muchos tipos de vuelos diferentes, con distintas velocidades de vuelo, de su relación grupal, de los lugares donde viven a lo largo del año, en África y en España. De su rutina estacional, cómo van llegando a Ávila y de la rutina diaria». Son aves «intraurbanas –señalaba–. Les gusta mucho el centro de las ciudades y particularmente los edificios históricos donde hay mucha piedra y oquedades donde meterse para anidar y criar. Siempre que haya un casco antiguo, la densidad aumenta. La proporción de vencejos está en ello, en esas dimensiones y de las características de los edificios, incluso del tipo de materiales y en el estilo constructivo». A los vencejos los podemos ver en Ávila en  la Muralla, en San Roque, Santiago, Las Gordillas o en Santo Tomás, que tiene una interesante colonia de vencejos, destacaba el ponente.

Comentó que son unas aves especiales. «Son insectívoras y por lo tanto muy beneficiosas y no hacen daño a los edificios o las estructuras urbanas en las que anidan, porque son muy cuidadosas en la conservación de lo que se encuentran. Es una especie a proteger y de hecho, están en el listado de especies en régimen de protección especial en España».

Destacó también que la población de vencejos fluctúa como lo hacen en otras ciudades en función de como le va en el resto de las ciudades en las que habitan.  Las poblaciones son mayores en las zonas antiguas de las ciudades que en las residenciales o industriales. 

Son grandes voladoras que pueden aguantar en vuelo años, destacaba el profesor Corrales quien aclaraba que «los tres primeros años de vida se sabe que no se posan nunca. Están tres años seguidos volando. En el resto de su vida fértil solo se posan cuando crían. Si de Ávila se van a mediados o finales de julio, hasta abril del año siguiente no se va a posar nunca, en ningún momento. Y así un año tras otro. Están volando meses y meses y a veces años, cuando son inmaduros o viejos y no se reproducen porque no tendrán nido y no se van a posar en ningún momento. Están volando todo el tiempo, día y noche».

I Festival. El I Festival de los Vencejos se celebra en Ávila durante el fin de semana, organizado por el Ayuntamiento. Cerca de una veintena de actividades conforma el programa de este festival que arrancó ayer la  conferencia Luis Corrales Bermejo, biólogo y profesor de enseñanzas medias y superiores en varias universidades y autor de numerosas publicaciones. 

La programación se desarrollará en media docena de espacios, como, además del Episcopio, el paseo del Rastro, el jardín de San Vicente, el Arco del Mariscal, la ribera del Adaja o el Centro Medioambiental San Nicolás.

Rutas guiadas, talleres de observación de fauna, conferencias, actividades para niños y toda la familia, observaciones guiadas de vencejos, un concurso fotográfico. Desde mañana hasta el domingo, se realizarán actividades gratuitas dirigidas a todos los públicos, en torno a los vencejos como emblema de la ciudad, pero también dedicadas a la fauna que forma parte del extenso patrimonio y la biodiversidad del término abulense.