Sánchez y Aragonès descongelan la mesa de diálogo

Agencias
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Gobierno y Generalitat retomarán conversaciones a finales de mes en Madrid en una cita que hacen extensible a Junts y Podemos y en la que ERC exige que haya acuerdos concretos para «normalizar relaciones»

La mesa de diálogo se celebrará la última semana de julio - Foto: Alberto Ortega Europa Press

Diez meses después de la última vez que hablaron en privado, el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, dieron ayer un paso adelante en el desbloqueo de la mesa de diálogo sobre Cataluña, al acordar que se reúna a finales de este mes en Madrid, y con la pretensión de lograr acuerdos concretos.

Sánchez y Aragonés mantuvieron en el Palacio de la Moncloa una reunión que no llegó a las dos horas de duración y que estaba pendiente desde que hace dos meses la solicitó el jefe del Govern para aclarar las escuchas a líderes independentistas con Pegasus.

Tanto por parte de la Moncloa como de la Generalitat se había avanzado que el objetivo era normalizar la relación tras esa crisis, pero que no es esperaba que de ella saliera una fecha para citar a la mesa de diálogo. Sin embargo, aunque no se fijó un día exacto, sí se definió que será este mismo mes de julio (previsiblemente, la ultima semana) cuando se convoque en Madrid, aunque en esta ocasión no acudirán ni Sánchez ni Aragonès.

«Los dos presidentes han hecho ya su trabajo», subrayó la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en una rueda de prensa en la que informó del contenido de la reunión.

Fuentes del Ejecutivo se mostraron convencidas de que habrá en ella acuerdos concretos, algo que demandó expresamente el president de la Generalitat en su comparecencia ante los periodistas.

Aragonés no utilizó las instalaciones de Moncloa para su rueda de prensa y se desplazó a la delegación del Govern en Madrid. Allí valoró su cita con Sánchez, pero quiso dejar claro que la relación entre ambos Gobiernos solo se normalizará si se logran «acuerdos parciales» en la mesa de diálogo.

«Hoy hay una apuesta ratificada para avanzar en el diálogo. A partir de aquí, si hay avances con acuerdos concretos en cuestiones como la represión o la negativa a que Cataluña pueda decidir su futuro, entonces se va a poder normalizar la relación, que a día de hoy no lo está», subrayó.

Rodríguez explicó que el encuentro se celebró en un ambiente positivo, de colaboración institucional, y el president compartió que se había desarrollado en un clima «correcto y respetuoso».

La cita sirvió para abordar la crisis provocada por las escuchas con Pegasus, aunque la portavoz del Gobierno no ofreció detalles de esa conversación. 

Al respecto, Aragonès ensalzó el compromiso de Sánchez de «colaborar de forma absoluta con la Justicia para aclarar los hechos en el marco de los procedimientos en marcha». Además, defendió que para avanzar en el proceso de negociación será importante «acabar con la criminalización y la represión», además de que haya «hechos y concreciones» en forma de acuerdos tangibles.

'Guiño' a sus socios

Rodríguez recalcó, además, que los trabajos de la mesa han de ser representativos de una mayoría amplia y transversal. «Para lo cual sería deseable que participaran todos los partidos que integran los dos Gobiernos de coalición», en un mensaje a su socio Unidas Podemos y al aliado de ERC en el Govern, Junts, en este último caso para que cambie de posición, pues rechaza cualquier conversación que no parta de lograr la amnistía y la autodeterminación.

Sin embargo, según Moncloa, en la cita de ayer en Madrid no se habló de la anunciada reforma del delito de sedición ni de la situación del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, después de que el abogado general de la UE afirmase que Bélgica no puede denegar su extradición.