El Ayuntamiento de Ávila y la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Castilla y León renovaron este viernes el convenio de colaboración entre ambas instituciones, en virtud del cual desde el Consistorio abulense se facilitará intérpretes de lengua de signos a personas sordas para ayudarles en el desempeño de su vida diaria.

El alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y el presidente de esta entidad, Luis Alberto Redondo, rubricaron este acuerdo en un acto celebrado en el Palacio de Los Verdugo, de tal manera que desde el Ayuntamiento se aportarán 6.000 euros que permitirán a las personas sordas contar con un intérprete a la hora de realizar diferentes trámites o gestiones, sin coste alguno para estas personas.

Sánchez Cabrera se congratuló por la renovación de este acuerdo  «con el que contribuimos a mejorar la calidad de vida de las personas que tienen esta discapacidad en nuestra ciudad» y deseó que «este convenio podamos mantenerlo durante varios años»

El presidente de la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Castilla y León, Luis Alberto Redondo, por su parte, ha subrayado la colaboración fructífera que existe con el Ayuntamiento de Ávila y ha llamado la atención sobre el encuentro que se celebrará en octubre en Ávila con personas sordas de toda Castilla y León y en el que está previsto una serie de actividades tanto en la capital como en la provincia.

Igualmente, ha recordado que el próximo 14 de junio se celebrará el Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas, una jornada que busca poner en valor la importancia de la comunicación entre todas las personas y en la que se quiere difundir estas lenguas para la convivencia diaria entre todos.

Al respecto, ha incidido, igualmente, en el trabajo que se realiza en Ávila desde el Centro Cultural de Personas Sordas, que lleva 30 años trabajando para ayudar a las personas con discapacidad auditiva.

Redondo ha cifrado en 12.000 las personas de Castilla y León que sufren algún problema relacionado con la sordera, y aseguró que el principal problema al que se enfrentan es «el de romper la barrera que aún existe de que las personas sordas pueden trabajar como cualquier otra, y el de la comunicación, el de poder comunicarnos en lugares como el médico o en algunas administraciones».