Imagine: Don Quijote y Sancho Panza andan de aventuras por Ávila. Buscan llevar a cabo una gran hazaña, 'desfacer' uno de sus entuertos. Y hacerlo, además, teniendo como escenario de lujo las rocas llenas del arte y del color de Agustín Ibarrola, en la dehesa que lleva su nombre en Muñogalindo. Pues esto ocurrió este sábado allí mismo, entre árboles centenarios y bajo el tibio sol de diciembre, gracias a la primera de las dos sesiones de títeres y marionetas organizadas por Ibarrola enGaroza para celebrar la próxima llegada de la Navidad.

Miguel Olivares y Lucía Blanco, de Caravan Palets, fueron los encargados de dar vida a estos dos originales Quijote ySancho, en una versión adaptada a Ávila y en la que los míticos personajes tratan de averiguar porqué una biblioteca abulense se encuentra encantada.

la bibliotecaria. Una bibliotecaria dormida por culpa de un libro gordo y aburrido y el descubrimiento de que Sancho Panza no sabe leer se convirtieron en los dos ejes centrales de una historia que disfrutaron padres y niños frente a un escenario situado en plena naturaleza y rodeado por las obra de Ibarrola, todo un lujo para los sentidos.

Es la bibliotecaria la que enseña a Sancho a leer. Y DonQuijote el que vence al libro aburrido, por lo que logra que la biblioteca deje de estar encantada.

«Nuestro objetivo era contar que hay muchas formas de leer, con todos los sentidos», explicó a Diario de Ávila Miguel Olivares, que nos adelantaba, además, el argumento de la obra que hoy representarán en el mismo escenario.

Y es que los títeres volverán hoy a Ibarrola en Garoza. Lo harán con la misma compañía y con 'Clara la Maja', aunque en este caso habrá un pase único a las 12,30 horas.

En la representación de esta mañana los protagonistas serán las brujas Clara La Maja y Antonia La Demonia. Ellas viven en un bosque de encinas y son amigas del ogro Pepe. 

Es Pepe el que le pedirá una cita a Clara. Y ella, acepta encantada.

En su camino a su encuentro, Clara se irá encontrando con distintos animales del bosque que le van sacando defectos. Y ella, preocupada por la impresión que pueda causarle al ogro Pepe, va haciendo encanamientos para librarse de los mismos.

El problema llega cuando el ogro Pepe, al encontrarse con ella, no la reconoce. Triste,Clara se marchará a un lago para realizar un nuevo conjuro que le devuelva su aspecto original.

«Queremos lanzar un mensaje de adaptación, de respeto y hasta de saber pedir ayuda», reflexionó Miguel Olivares. «También de diversidad, porque aunque somos iguales, también somos distintos», apunta.

Las entradas para este espectáculo tienen un precio de cinco euros por niño, que puede acudir con dos adultos que no es necesario paguen entrada.