La poesía como catarsis y como (auto) biografía

M.M.G.
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Ester Bueno presentó este martes 'De herméticos lugares', su tercer poemario, en el que ha querido mostrar a sus lectores una parte muy íntima y personal de su vida y de su obra

La poesía como catarsis y como (auto) biografía - Foto: David Castro

Acompañada por los que la quieren. Con el sabor del vino en los labios. Y con música.Siempre con música.Así presentaba este martes la poeta Ester Bueno su nuevo trabajo, un poemario nacido 'De herméticos lugares' pero que ayer abrían sus compuertas para dejarnos ver pedacitos de la vida de una escritora que ha encontrado en este nuevo trabajo una manera muy personal de escribir su autobiografía.

El tercer trabajo «en serio», como lo describe con humildad Ester, ha sacado de su interior, pues, cosas que habitualmente no expresa. Ni siquiera en su poesía, tan personal siempre.

«Ha sido como una especie de catarsis para mí, creo que también por el momento vital», nos habla Ester de una etapa en la que percibe que «siente de otra manera».

De herméticos lugares, editado por Cuadernos del Laberinto y prologado por Enrique Cabero, está estructurado en varias partes. 

«La primera es sobre mi vida. Es un vuelco de acontecimientos buenos y no tan buenos, algunos muy malos de mi vida personal», reconoce la poeta abulense, que en un segundo capítulo ha querido bucear en la naturaleza. «Realmente es donde estamos inmersos», reflexiona Ester, que aunque quiere dejar claro que si bien algunos de los poemas fueron escritos durante el confinamiento, el poemario no tiene ese momento como eje principal. «Pero en el caso de la naturaleza, cuando empezamos a salir otra vez después de estar encerrados, que no había coches todavía...El sentir esa sensación está reflejado en algunos de los poemas escritos en ese momento», abunda en su explicación.

Como no podía ser de otra manera tratándose de un poemario de Bueno, otro de los capítulos de 'De herméticos lugares' está dedicada al amor. Y una más, a lo social. «A lo que te influye, de lo que te das cuenta, de lo que no, lo que a lo mejor quieres conseguir y no consigues, la paciencia...», adelanta algunos retazos de esta parte del poemario que se cierra, a modo de broche, con unos poemas dedicados a su hijo. 

Partes todas ella, comenta Ester, que quizá «parecezcan inconexas», pero que en su opinión «sí que tienen cierta hilación».

La sorpresa. Para Ester, el recital de ayer en el jardín delCentro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS) era la segunda vez que leía sus nuevos poemas en alto. Y, como ya le ocurriera la primera, tuvo sensaciones extrañas. «La primera vez pensaba, '¿esto lo he escrito yo?', '¿en qué momento he podido escribir esto?. Porque incluso para mí, a veces es sorprendente lo que escribo en algunos momentos», reconocía con su eterna sonrisa en la boca mientras nos mostraba la preciosa imagen que ilustra la portada: un nido con un huevo, un 'hermético lugar' a punto de abrirse a la vida. Como lo ha hecho ella en su libro y como todos podemos disfrutarlo a través de su lectura.

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