José Pulido

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José Pulido


Recuerdos del futuro

12/11/2022

Resulta paradójico y alentador. En una tierra como Ávila, con un pasado histórico tan importante a sus espaldas, a los abulenses nos gusta soñar con el futuro. Y no nos faltan razones, aunque la realidad parezca empeñarse en llevarnos la contraria y defraudar esos sueños.
Recientemente, el Gobierno de España ha iniciado un proceso para descentralizar las sedes de nuevos centros e instituciones de la Administración General del Estado. Entre ellas se encuentra una tan futurista y volcada a las nuevas fronteras de la investigación como es la Agencia del Espacio, la nueva NASA española. Se han presentado una veintena de ciudades dispuestas a acogerla. Entre ellas, una abulense, Cebreros, junto con otras dos capitales de provincia Castilla y León: León y Palencia. De nuevo nos ponemos a soñar y una vez más somos pequeños quijotes enfrentados a molinos demasiado grandes.
El caso es que los paisanos de Adolfo Suárez pueden parecernos unos soñadores, pero no unos ilusos. La candidatura de Cebreros tiene fortalezas y razones poderosas. De hecho es la única con experiencia en la investigación espacial. Durante el siglo pasado, acogió una de las estaciones de seguimiento de la NASA, que participaron en el proyecto Apolo que llevó al hombre a la Luna, y alberga hoy en día una de las tres estaciones de seguimiento del Espacio Profundo de la Agencia Europea del Espacio, la ESA, con misiones importantísimas de sondas enviadas a distintos planetas del Sistema Solar. Por algo será.
Cebreros, además, se encuentra próximo a la urbe madrileña, lo que facilitaría las comunicaciones y el acceso de la nueva sede, y pertenece a una provincia afectada muy seriamente por la despoblación. El emplazamiento allí de la Agencia cumpliría sobradamente los objetivos de asentar población y crear empleo de calidad en la España Vacía. Cebreros posee argumentos para soñar con un futuro basado en la ciencia y la nueva frontera del espacio.
No sé qué posibilidades de éxito pueda tener esta candidatura con respecto a sus competidoras. Algunas de ellas ciudades mucho más pobladas y seguramente con más apoyos y más votos. Desde luego cuentan con la simpatía de todos los abulenses, que estamos de su lado. Como a ellos, nos gusta soñar con el futuro, porque así lo hemos hecho muchas veces, aunque la realidad se haya empeñado en defraudar esos sueños. 
Que se lo pregunten si no a quienes se ilusionaron con el proyecto de anexo del Museo del Prado en Ávila capital. Era otra opción de futuro llena de promesas, que colocaba a la ciudad en la órbita de la gran pinacoteca española y que ofrecía magníficas posibilidades para su desarrollo cultural y turístico y la consiguiente creación de empleo. El proyecto, que se anunció a bombo y platillo a comienzos del siglo, se torció pronto y tras un largo proceso de "mareo de la perdiz" que no merece la pena repasar, se ha difuminado como una promesa más en la que ya nadie cree y más bien molesta como una broma pesada, aunque todavía se utilice cuando llegan las elecciones. 
No sé si en el caso de Cebreros y la sede de la Agencia del Espacio, la cuestión llegará tan lejos. El sueño del Museo del Prado parece un recuerdo del futuro que podría repetirse. Ojalá no. Estas líneas no son un canto al desaliento o a la fatalidad. Hacen muy bien los cebrereños en luchar por esta candidatura. Tienen argumentos, razones y objetivos. ¡Adelante! Pasará lo que tenga que pasar. Ni siquiera estoy muy seguro de que ese proyecto descentralizador de la Administración del Estado llegue a cuajar. Lo importante es trabajar, construir, soñar. Hubo un tiempo en que la Historia con mayúscula pasó por nuestra tierra. Son Recuerdos del Futuro. ¿Porqué no esforzarse para que se hagan realidad?