Menudo revuelo se ha montado esta semana después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara que la futura Agencia Espacial Española estará operativa el próximo año y que no estará ubicada en Madrid. La capital se subleva y el resto busca la oportunidad definitiva como si fuera el último vagón al que montarse antes de perder el tren.
Defiende el Ejecutivo que hay que descentralizar y reubicar entidades públicas estatales a lo largo de todo el país, y parece que se ha asumido como compromiso de legislatura, y si bien algún detalle se ha cumplido, se trata de una afirmación muy cogida con hilos, y de la que los líderes socialistas provinciales, presumiblemente, no van a poder sacar pecho en los próximos meses.
Sobre este caso concreto, el de la agencia espacial, parece que la Junta de Castilla y León ha optado por ofrecer a León para que pueda albergar este órgano que se beneficiará del PERTE aeroespacial que se supone movilizará casi 4.500 millones de euros para impulsar la I+D+i en el sector aeronáutico y espacial hasta 2025, con la idea de situar a España en la carrera espacial. Parece que lo terrestre se queda pequeño, como si estuviera todo hecho y utilizamos una palabreja (PERTE) que se ha convertido habitual en el día a día y en los telediarios asociada a miles de millones de euros de los que aún no hemos visto nada.
A ver, que esto de la aeronáutica debe ser complicado de narices, pero así de primeras se pudiera pensar que después de que Cebreros fuera elegida en su día por la ESA (la homóloga europea) para ubicar esa instalación puntera en nuestro valle del Alberche (y no muy lejos de la de la NASA en Robledo de Chavela), será porque la zona cuenta con condiciones idóneas, y aunque pudiéramos creer que Ávila está en disposición de acoger esta instalación (algo que descarto a no ser que alguna mente lúcida justifique en base a criterios técnicos su ubicación en esta provincia), se trata más bien de una ilusión estelar.
¿Pero qué va a reubicar el Gobierno central en Ávila si ni siquiera está en condiciones de traer al ministro Iceta para vendernos algún proyecto fuera de lo esperado para el Palacio de Los Águila con el Museo del Prado? Y no solo eso, sino que la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha aprovechado la coyuntura para explicar en sede parlamentaria qué organismos han deslocalizado de Madrid (y esto no ha de ser una guerra entre provincias, sino un proyecto de país a medio y largo plazo –lo mismo que debería suceder con la ciudad y la provincia–). El caso es que mencionó literalmente el «Centro Universitario de Formación de la Policía Nacional, en Ávila».
Tiene narices que algo de lo que somos conscientes a medias, el Gobierno lo exponga como ejemplo de reubicación de entidades públicas en provincias. Más allá de que todo lo que tiene que ver con la Escuela de Ávila tendría que estar fuera del debate político, habrá que comprobar si el cien por cien del 'futuro' (que aún no es tangible) Centro Universitario de Formación de la Policía Nacional estará asentado en Ávila como bien defendía la ministra, porque hasta los líderes provinciales socialistas son conscientes de que habrá que compartir sede con otros territorios para este centro.
Entonces, ¿se pueden descentralizar estas entidades públicas? ¿Sí o no? ¿A medias? Parece más bien que se vuelve a jugar con el sentimiento del votante…. quiero decir, del ciudadano, con un brindis al sol.