El Barraco se convirtió en el mejor escenario para la música tradicional gracias al Festival Vettonia Folk, que llegó de la mano de Diputación y reunió a cuatro grupos de la provincia (Espigar, Cigarra, Carmocho y Aldea Sonora), acompañados de Quinnia, de Madrid.

Los asistentes pudieron disfrutar de la música tradicional y folk con cada una de las actuaciones, que tenían puntos en común pero también se diferenciaban en sus raíces y propuestas. En el caso de Espigar, su apuesta fue por la recuperación de tradiciones orales y  culturales, con música acompañando, mientras que Cigarra interpretó un repertorio del Valle del Albergue con algún guiño al Tiétar.

Carmocho siguió con su interés en mantener las tradiciones de la música castellana y extenderlas a nuevas generaciones, con una propuesta en que hubo canciones de distintas zonas de Castilla.

Apuesta por la tradiciónAldea Sonora llegó desde el Valle del Tiétar con un repertorio de música tradicional recogida en esa zona pero con un toque inconformista, con músicas más contemporáneas influyendo y ayudando a seguir evolucionando.

El grupo invitado para la ocasión fue Quinnia, llegados de Madrid, con una selección de cinco canciones de su último disco. Se trataba de una propuesta diferente porque componen sus propias canciones pero bebiendo de tradiciones de la cultura celta.

El diputado de Cultura, Eduardo Duque, explicó que van a seguir apostando «por la cultura tradicional, por las tradiciones de la provincia», en este segundo festival con grupos de diferentes comarcas y estilos y con un invitado, algo que se quiere mantener para próximas ediciones.

El alcalde de El Barraco, José María Manso, gran amante de esta música, recordó incluso su participación en la rondalla de la localidad hace años y la necesidad actual de ayuda para volver a tener rondalla y un grupo de danza que represente su música tradicional.