Editorial

Formación y condiciones laborales dignas ante el déficit de mano de obra

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Los últimos datos de desempleados de la provincia de Ávila, correspondientes al mes de junio, cifraban en 9.460 las personas inscritas en las listas del Servicio Público de Empleo. A pesar de esas cifras, y de que se han reducido en 3.077 el número de desempleados en la provincia respecto a los registros de hace un año, situándose al mismo nivel que otoño de 2008, desde distintos sectores se vienen advirtiendo los problemas que existen para encontrar mano de obra.

Los últimos en alzar la voz son hoteleros y hosteleros abulenses, pero también están encontrando problemas para cubrir sus puestos de trabajo empresas del sector agroalimentario, del transporte o de la construcción, por citar otros ejemplos.

Esta situación debe hacer reflexionar, de manera muy seria, sobre las circunstancias que han llevado a esta situación. Se podría recurrir a las condiciones laborales de esos sectores, hablar de salarios precarios, horarios complicados, pero en otras ocasiones se apunta más hacia la cualificación que se requiere para desempeñar esos puestos de trabajo.

Estamos, por tanto, ante un problema que empieza a ser estructural y que obliga a tomar medidas para que esas personas que están interesadas en trabajar puedan encontrar la forma de hacerlo, aunque en muchas ocasiones esos puestos de trabajo que están vacantes no se adaptan a sus intereses o a su formación. Y también es necesario que esas empresas que demandan trabajadores los encuentren para seguir desempeñando su actividad y propiciando crecimiento y desarrollo, ya que en muchos casos estamos ante nichos de empleo muy fructíferos.

Evidentemente unas buenas condiciones laborales, con salarios dignos y jornadas laborales que permitan la conciliación de la vida familiar y laboral, ayudarían a cubrir algunos de esos puestos, pero también es necesario abundar en la formación. Y es que, más allá de circunstancias personales, es fundamental que las administraciones sean capaces de dotar de herramientas de formación que permitan abrir puertas para que esos puestos que se ofertan se puedan cubrir. Y ahí deben ir de la mano del tejido empresarial y también de los trabajadores.

Los campos donde existen necesidades se conocen y es necesario redoblar esfuerzos para preparar mano de obra que pueda cumplir las expectativas, pero estamos ante situaciones complejas, que exigen respuestas que impliquen estabilidad y dignidad para generar confianza. Y eso también se lo tienen que ganar a pulso esos sectores que hoy están teniendo problemas para encontrar mano de obra.