Los datos aportados desde los juzgados, con información del Registro Civil sobre la inscripción de defunciones y a la expedición de las licencias de enterramiento, indican que durante los meses de mayo y junio un 20 por ciento de los fallecimientos pudo estar relacionado con el coronavirus, lo que supone un importante descenso respecto al 55 por ciento que se registró en los meses de marzo y abril, según la información remitida en su momento. Ahora la situación es diferente y lo es además en varios frentes puesto que tampoco se observa un aumento significativo de la mortalidad general en estos dos últimos meses, lo que sí pasaba en los anteriores, cuando se había duplicado.
Si hay que llevar este análisis a cifras, se ve que en mayo y abril se registran 264 decesos (134 y 130 respectivamente), lo que se mueve en niveles parecidos a los años anteriores, con 237 (aquí algo más lejos) en 2018 y 261 el pasado año, prácticamente el mismo número. Respecto a cuantas de estas muertes pueden estar relacionadas con el coronavirus, 28 de ellas (21 en mayo y 7 en junio) son decesos con covid-19 confirmado mientras que otras 25 (19 y 6 respectivamente) tienen una causa compatible con la pandemia. Esto quiere decir que se puede atribuir al coronavirus más o menos un 20 por ciento de los fallecimientos producidos, según la información remitida por el Tribunal Superior de Justicia. Esto también ayuda a tener una visión global de lo que ha sucedido a lo largo de toda la pandemia, en este caso con los registros de defunciones en los meses de marzo, abril, mayo y junio.
Aunque ya en los últimos la influencia del covid-19 ha sido más moderada, en el dato global sigue habiendo lo que se podría considerar un exceso de mortalidad. En concreto en estos cuatro meses han muerto 904 personas, por las 545 de 2018 y las 564 de 2020. Ya no es el doble, pero sí que está muy por encima.
En cuanto a lo que se podrían denominar fallecimientos covid, en total hay en Ávila 196 muertes atribuidas directamente a esta patología desde marzo y otras 206 con sospecha, con un total de 402. Esto supone casi un 44,5 por ciento de las muertes totales.
En el caso de Castilla y León, según la información de la agencia Ical, un 12 por ciento de las muertes durante los meses de mayo y junio se debe a la covid-19 y otras causas compatibles con la pandemia. De esta forma, el número de licencias de enterramiento expedidas por los Registros Civiles creció un 3,7 por ciento respecto a 2019 y un 4,1 por ciento en relación a 2018. De esta forma, en mayo y junio se produjeron en Castilla y León 4.178 defunciones, de las que 329 fueron por la covid-19 y 174 por causas compatibles con la pandemia, y 3.675 por otros motivos.