La Diputación Provincial de Ávila y la Institución Gran Duque de Alba (IGDA) presentaron este miércoles tres volúmenes pertenecientes a la colección Fuentes Históricas Abulenses sobre las actas medievales del Cabildo de la Iglesia Catedral de Ávila, los cuales corrieron a cargo de los investigadores Carmelo Luis, Gregorio del Ser y José Manuel Ruiz Asencio. En el acto, al que además de los autores y el hijo de Carmelo Luis asistieron el diputado Eduardo Duque y el director de la IGDA, Maximiliano Fernández, se volvió a poner de relieve la importancia de Ávila como provincia "puntera" en el estudio y conservación de sus fuentes históricas, así como la apuesta de la Diputación por continuar este camino de investigación, recopilación y difusión de la historia de Ávila en sus diferentes campos. Los volúmenes presentados este miércoles corresponden a los números 110, 111 y 114 de la colección Fuentes Históricas y su valor radica en la "protección del patrimonio bibliográfico de la provincia" a través de "las transcripciones y el estudio del rico legado documental que nos dejaron nuestros mayores y que se encuentran en el Archivo Histórico Nacional de Madrid desde su incautación", subrayó Eduardo Duque con tintes reivindicativos. El diputado también recordó la partida de 60.000 euros de la institución provincial para estas publicaciones, a las que se suman 35.000 euros para los trabajos del volumen VIII de la Historia de Ávila y otros 36.000 euros para las actividades de estudio e investigación. 

Maximiliano Fernández habló de Fuentes Históricas Abulenses como "una de las señas de identidad" de las publicaciones de la IGDA, junto con la Historia de Ávila, y destacó el apoyo de la Diputación para que Ávila pueda situarse como "una de las provincias punteras en el estudio y conservación de sus fuentes", no en vano "representa un gran esfuerzo indagar en los archivos, no solo en los abulenses, para transcribir esos textos manuscritos, contextualizarlos con la garantía de los espacialistas y explicarlos para facilitar su consulta". Una documentación, continuó, de "gran valor e interés que al ser transcrita e impresa queda a salvo de posibles pérdidas o daños", destacó el director de la IGDA, quien también apuntó que "el reto puede ser la digitalización" para que esa información pueda ser consultada en cualquier parte, con lo que pidió un "esfuerzo" más a la institución.