La fiesta de las máscaras, los cencerros y del folklore provincial regresó con fuerza tras el parón. Mascarávila deparó un espectáculo visual y sonoro digno de la sexta edición, tras los dos años de paréntesis, y el público respondió masivamente llenando Navalacruz. La localidad anfitriona de este año tomó el relevo de Pedro Bernardo, Hoyocasero, Casavieja, Navalosa y Piedralaves y estuvo a la altura de lo que esperaba de ella, con sus vecinos volcados en ayudar y con los brazos abiertos a una iniciativa que, año a año, se consolida en su intento de difundir unas tradiciones ancentrales, tan valiosas como llamativas y por momentos sorprendentes, que ya son todo un reclamo turístico.
Atronadores cencerros, zambombas, telas de saco, pieles, crines, varas, agallones, coloridas cintas, cornamentas, hojas y, sobre todo, máscaras, cada una con su peculiaridad, fueron los principales ingredientes del desfile que abrió la tarde y que centró las miradas de propios y extraños. Numerosas cámaras de fotógrafos profesionales y aficionados trabajaron a destajo para no perderse ni un detalle de la fiesta en que volvió a convertirse Mascarávila.
Las calles sinuosas de Navalacruz fueron el escenario perfecto para el pasacalles de las mascaradas y grupos de folklore de hasta una docena de localidades de la provincia, el eje del programa. Este año no había grupos invitados de otros territorios, pero poco importó. A las cinco mascaradas y los dos grupos de coros y danzas que forman parte del proyecto original, de las localidades de Pedro Bernardo, Navalosa, Casavieja, El Fresno, Navalacruz, Piedralaves y Hoyocasero, se unieron vaquillas, grupos folklóricos y personajes de otras cinco localidades que están en el proceso de recuperar estas tradiciones ligadas a las mascaradas de invierno, los de Navarredonda de Gredos, Navalmoral de la Sierra, El Hoyo de Pinares, Navaluenga y Casas del Puerto. Unas 600 personas de todas las edades participaron en el recorrido que desembocó en la plaza, donde esperaban el primer pregón de la iniciativa, a cargo del periodista Javier Pérez de Andrés, y la actuación de Mayalde.

Lea la noticia completa en la edición impresa