El presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, inauguró este viernes el Belén «de todos los abulenses», esto es el que los trabajadores del área de construcciones civiles de la institución provincial recrean con todo el cariño y el mimo para el disfrute de todo aquel que quiera pasar a disfrutar de esta instalación. Todo un acontecimiento que de algún modo viene a dar el pistoletazo oficial a una Navidad que ya tenemos a la vuelta de la esquina y que García animó a vivir en paz, con la familia y también de una forma religiosa pues al fin y al cabo es de lo que se trata. Por ello era más que lógica la presencia del Administrador Diocesano de Ávila. Fue Jesús García Burillo quien bendijo el Belén recordando «la paz con la que la Virgen María y San José» afrontaron la llegada del niño Jesús "en un parto cargado de complicaciones, que fue muy duro". Por eso el mensaje que quiso transmitir a los presentes y que después trasladó a los medios de comunicación, animando a no perder nunca esa paz, por difícil que se ponga nuestra vida.

Acompañando tanto a Carlos García, como a García Burillo numerosos diputados abulenses y también una buena representación de trabajadores y usuarios de La Casa Grande, de la Asociación Abulense Síndrome de Down y de Pronisa, quienes recorrieron con mucho interés un Belén por el que el año pasado pasaron entre 7.000/8.000 visitantes. Desde luego muchos menos que el año previo a la pandemia, aquel 2019 en el que llegaron a ser 15.000 los curiosos que disfrutaron de una detallada instalación.

Nada menos que 50 metros cuadrados albergan decenas de construcciones, muchas de ellas que son típicas de la arquitectura de los pueblos abulenses a los que de este modo se les rinde homenaje. Para 'dar vida' al Nacimiento, centenares de figuras que en muchos casos también recrean oficios típicos de la provincia, sobre todo de la agricultura y de la ganadería. Símbolos siempre presentes como la cabra montesa de Gredos y el omnipresente Torreón de los Guzmanes, sede de la Diputación que además acoge entre sus brazos este Belén que «cuenta con más de 200 figuras», cuantificaba el presidente. También hacía referencia a la presencia del agua como un elemento más y muy importante porque «allí donde hay agua, hay riqueza». Entendemos que en clara referencia al mucho tiempo que llevábamos de sequía y que empieza a paliarse con las últimas precipitaciones.