UPA alerta de un repunte de topillos en la provincia

J.C.H
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La organización profesional agraria subraya que las zonas de Langa o Madrigal son actualmente las más afectadas

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) alerta de un repunte de topillos en zonas de nuestra provincia donde se encuentran municipios como Langa o Madrigal, y en los que ya es muy importante la presencia de este tipo de roedores, informa en una nota de prensa.

«Nuestra organización solicita a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila que se ponga en marcha cuanto antes vigilando a través del Plan Director de Lucha contra Plagas Agrícolas de Castilla y León o del grupo interadministraciones (CHD, Junta, Diputación y ayuntamientos)  cualquier repunte que se produzca de la población de topillo campesino», reclaman de las opa.

«Los  propios vecinos están detectando una presencia mayor de lo habitual de estos ejemplares en los últimos días», subrayan desde UPA

Ante el peligro de que este problema se extienda –explican desde la organización– es recomendable que se actúe limpiando determinados terrenos suprimiendo la cubierta vegetal que les sirve de alimento en sus reservorios (cunetas, lindes, zanjas, regatos y desagües). «De esta manera, los roedores estarían a merced de las aves rapaces para eliminarlos de forma natural antes de que se extiendan incontroladamente».   

UPA advierte de lo importante que es actuar «en tiempo y forma» para que no se repitan situaciones como las de años atrás, donde la incidencia de topillos «provocó elevadísimos daños en muchos cultivos y enormes pérdidas económicas a los agricultores, además de problemas sanitarios en los propios núcleos urbanos».

UPArecuerda  que debe tenerse en cuenta que  los topillos «provocan enfermedades en humanos como es el caso de tularemia, que recordemos en la crisis de hace trece años contabilizó en toda la región hasta 507 casos». 

También reclama la UNión de Pequeños Agricultores a la Junta de Castilla y León que se haga una evaluación de la situación por si fuera necesario apoyar a los agricultores en lo que necesiten. En este sentido,  dicen que «debería tenerse muy en cuenta lo que ocurrió en el pasado para que no se repitan los mismos errores que por ejemplo en el año 2007,  donde los roedores destruyeron miles de hectáreas por actuar demasiado tarde y sin los medios necesarios».