La provincia de Ávila registra unos 300 casos de ictus al año

Mayte Rodríguez
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En los años 2021 y 2020 los nuevos casos de ictus afectaron a más hombres que a mujeres, sobre todo del medio rural abulense

La provincia de Ávila registra unos 300 casos de ictus al año - Foto: Rubén Serrallé

Pese a que las dolencias neurológicas más frecuentes son las cefaleas -las migrañas, en concreto- y patologías neurodegenerativas como el Alzheimer, lo cierto es que el principal motivo de ingreso en los Servicios de Urgencia y en las Unidades de Hospitalización Neurológica es el ictus. Su prevalencia es de 250 casos por cada 100.000 habitantes, lo que arroja una media de 275 nuevos casos anuales en la provincia de Ávila, según explica Ana Belén Caminero, jefa del Servicio de Neurología del Complejo Asistencial de Ávila, que alerta de que esta enfermedad no solo afecta a personas mayores. «Se asocia sobre todo a la presencia de factores de riesgo vascular», entre los que destaca la hipertensión, el tabaquismo, la obesidad o la hipercolesterolemia, de ahí que quienes cumplen estos 'requisitos' sean candidatos a padecer un ictus con independencia de la edad que tengan. «Se ven casos en personas de entre 50 y 70 años, incluso por debajo de los 40 años, aunque generalmente asociado más a enfermedades que a factores de riesgo», como puede ser el caso de la diabetes.

Del mismo modo que otras enfermedades neurológicas como el Alzheimer o las cefaleas afectan más a mujeres que a hombres, en el caso de las migrañas en una proporción tan elevada como que por cada varón hay tres mujeres afectadas, lo cierto es que en el ictus «no están claras las diferencias de género», admite la doctora Caminero.

Si tomamos como referencia los datos de altas hospitalarias con diagnóstico de ictus que se produjeron en el Complejo Asistencial de Ávila tanto en 2021 como en 2020, en ambos años hubo más hombres afectados. En concreto, de los 305 casos de 2021, 174 fueron hombres y 131 mujeres, mientras que en el año 2020 los varones que recibieron el alta en el centro hospitalario abulense tras sufrir un ictus fueron 156 y las mujeres, 136, sumando en ese año 292 los casos de ictus en el Hospital de Ávila, según la estadística que figuran en el portal de Datos Abiertos de la Junta de Castilla y León. 

Esta misma fuente revela que en ambos años la mayoría de los pacientes procedía del medio rural. Así, en 2021 el 59% de los enfermos que recibieron el alta en el Complejo Asistencial de Ávila tras sufrir un ictus eran residentes en algún pueblo de la provincia, mientras que en 2020 fueron el 63%. No obstante, esta proporción puede tener su explicación en que la capital abulense solo concentra el 36,5% de la población de toda la provincia, con lo cual la explicación estaría en una simple razón de probabilidad. 

La jefa del Servicio de Neurología del Complejo Asistencial subraya que el ictus es la segunda causa de muerte en España, «la primera en el caso de las mujeres», aunque advierte que la tendencia es que «estos datos vayan mejorando poco a poco con las terapias de reperfusión precoz, que han disminuido la mortalidad, mejorado la discapacidad y disminuido las secuelas» que deja un episodio cerebro-vascular de este tipo.  Es en los Servicios de Urgencias donde se aplican estas terapias, cuya eficacia depende de que sean aplicadas «en las primeras horas» tras producirse el ictus. Y es aquí donde la doctora Caminero hace hincapié en que la población detecte cuanto antes los síntomas de un ictus. «Una alteración del lenguaje, a la hora de emitir o a la hora de comprenderlo tanto hablado como escrito; la debilidad en un miembro o en un lado del cuerpo, la  presencia de alteraciones visuales y/o trastornos sensitivos que afectan a algún lado del cuerpo son los principales síntomas que, si se desarrollan de forma aguda en pocos minutos, deben alertarnos de poder estar desarrollando un citus», detalla. En esa situación, hay que dar aviso cuanto antes a  los servicios de Emergencias Sanitarias «para que sean sometidos a un tratamiento precoz», insiste.