Homenaje a Alejando Jiménez en su despedida como ecónomo

J.M.M.
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El Papa Francisco le ha otorgado la distinción 'Pro Eclesia et Pontifice'

Homenaje a Alejando Jiménez en su despedida como ecónomo

Los miembros de la Curia Diocesana mostraron su profundo agradecimiento a Alejandro Jiménez en el homenaje que le rindieron después de que el pasado jueves, 30 de junio, dejase de ser ecónomo de la diócesis por voluntad propia. Una voluntad que, según explicaron desde el Obispado de Ávila, viene sustentada en motivos personales muy familiares, y es que fue una promesa que realizó a su mujer: cuando ella se jubilara, él dejaría su puesto en el obispado. Y, fiel a su palabra, así ha sido.

Su entrega y servicio a la diócesis le ha servido para que el Papa Francisco le otorgue la distinción 'Pro Eclesia et Potifice', que es la máxima distinción eclesiástica que se le puede otorgar a un laico. Fue el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, quien le hizo entrega de tan importante reconocimiento papal.

Siete años al frente de la economía diocesana, «que ha realizado de manera totalmente voluntaria y altruista», destacan desde el Obispado, «y es que D. Alejandro tuvo claro siempre que quería devolver el servicio que a él le brindaron los sacerdotes de esta diócesis en sus tiempos de estudio en el Seminario, y que le dejaron una huella imborrable en su vida». «Espero haberles devuelto aunque sea una mínima parte de lo que ellos me ofrecieron a mí», aseguró.

Para ellos, para los sacerdotes, tuvo un recuerdo emocionado, señalándoles como «la columna dorsal de esta diócesis». Recuerdo que se extendió también a quienes descansan ahora en la Casa Sacerdotal, muchos de ellos aún en activo en varias de nuestras parroquias. Las palabras de agradecimiento del hasta ahora ecónomo también abarcaron todos los estamentos de la diócesis: desde el personal de Curia, sus compañeros en la administración, la Comisión de Obras, y los distintos vicarios. Y, por supuesto, los dos obispos a quienes ha prestado su servicio. Los dos, junto a él en este homenaje. Jesús García Burillo, emérito de Ávila, destacó su «fichaje» como una apuesta por avanzar en el sostenimiento de la Iglesia, en la línea de lo que se viene haciendo en la actualidad en todas las diócesis. Y José María Gil Tamayo, actual obispo de Ávila, destacó la labor «callada y constante» de D. Alejandro durante todos estos años.