Piden cinco años de cárcel para padre e hijo por una agresión

E.Carretero
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Los hechos, juzgados en la Audiencia, ocurrieron en enero de 2020 tras recriminar los acusados a dos hermanos ganaderos y vecinos suyos de Navalperal, que sufrieron «lesiones de cierta entidad», que sus vacas pasaran a una finca de su propiedad

Piden cinco años de cárcel para padre e hijo por una agresión - Foto: David González

Cinco años de prisión por unos hechos ocurridos el 24 de enero de 2020 en Navalperal de Pinares constitutivos de dos delitos de lesiones. Eso es lo que pide la Fiscalía para J. G. Y y J. G. Y, padre e hijo,  por agredir  a dos hermanos,  A. E y J. J. E, ganaderos de Navalperal y a los que los acusados, al parecer, reprocharon que las vacas de su ganadería pasaran a sus fincas. Ese fue el origen, como quedó de manifiesto en el juicio celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de Ávila, de esta agresión física que causó a los denunciantes «lesiones de cierta entidad», como apuntó el fiscal, teniendo en cuenta que uno de ellos sufrió una rotura de bíceps, por la que tuvo que ser operado, y el otro artritis postraumática en la muñeca, entre otras lesiones.

En concreto, para los acusados el fiscal pide dos años de prisión como autores de un delito de lesiones tipificado en el artículo 174.1, y otros tres por el artículo 148.1, por la utilización de armas, instrumentos u objeto concretamente peligrosas, en este caso de un palo de algo más de un metro de longitud que, aseguraron los hermanos, padre e hijo emplearon hasta en «cinco» ocasiones para golpear la cabeza de A. E. Un palo que la defensa niega que se utilizara entre otras cosas porque la Guardia Civil no lo conservó como prueba ni analizó para comprobar si había restos de sangre y, sobre todo, porque de haber sido así, dijo el representante legal de los acusados, las lesiones que uno de los agredidos presentaba en la cabeza hubieran sido mucho mayores y no solo una «erosión superficial». A la pena de cárcel suma también el fiscal en su petición indemnizaciones por cerca de 40.000 euros por las lesiones y secuelas, así como por los gastos de asistencia prestada por el Sacyl, a la vez que pide una orden de alejamiento de 50 metros. 

Mayor aún es la pena que pide la acusación particular para los acusados, en este caso cinco años y seis meses de cárcel al entender también que padre e hijo son autores de una agresión con resultado de «pérdida o inutilidad de un miembro no principal o deformidad grave del mismo», en este caso por las secuelas que J. E sufrió en su brazo, algo que para la fiscalía «no sucede en este caso porque aunque le han quedado secuelas las mismas no suponen una impotencia funcional del brazo». También más elevada es la indemnización que piden las acusaciones particulares, en este caso de 24.137 euros para uno de ellos y de más de 44.000 para el otro, solicitando también una orden de alejamiento de 50 metros durante ocho años.

Por su parte, la defensa negó que existiera una agresión como tal, asegurando que se trató de una «discusión» y que las lesiones que presentaron los denunciantes no fueron las resultantes de una grave agresión sino más del «forcejeo mutuo y también de la mala suerte». Por eso, pidió la libre absolución de sus representados y que el tribunal tenga en cuenta la atenuante muy cualificada de reparación del daño al haber ingresado ya 7.000 y 15.000 euros en concepto de compensación por valoración de las secuelas sufridas. 

Fue justo el tema de la valoración de las secuelas y el cálculo de las indemnizaciones a lo que más tiempo se dedicó en este juicio que se prolongó durante casi seis horas y en el que se contó con la declaración de una perito de medicina legal y forense que apuntó que los golpes en brazos, piernas y cabeza, entre ellos la fractura del hueso de la nariz o del bíceps que sufrían los hermanos, eran "compatibles con una agresión". Este informe pericial estimó en 250 días el tiempo de recuperación de A. A, que sufrió estrés postraumático también además de la lesión en el bíceps, si bien el perito aportado por la acusación particular elevó este tiempo hasta los 440 días. En el caso del otro denunciante, J. J. A, que además de la artrosis postraumática en el brazo izquierdo que sufre tras la agresión también asegura que tiene dificultades para respirar por la rotura del hueso nasal, así como acúfenos en el oído por uno de los golpes, el informe forense estimó en 77 los días de recuperación  y el perito aportado por su defensa, 186. En la diferencia entre los días de recuperación estimados por el informe forense y por los realizados por los peritos de la acusación radica el que la petición de indemnización del Ministerio Fiscal sea bastante menor que la de los denunciantes. 

Por su parte, el informe pericial aportado por la defensa señaló que en urgencias no se diagnosticó fractura de huesos de la nariz con lo que la alteración en la respiración que refiere J. J. A desde la agresión podría estar más relacionada con una "operación previa de tabique nasal" y con la "rinitis crónica que padecía" el agredido.