Trenes de ilusión en el Mercado Chico

Mayte Rodríguez
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Sólo el sábado casi quinientas personas, sobre todo niños, montaron en las tres pequeñas locomotoras que este fin de semana desplegó en el centro de Ávila la Asociación de Amigos del Tren Jardín de Collado Villaba

Trenes de ilusión en el Mercado Chico - Foto: David Castro

Saúl tiene solo tres años, quizá por ello el desparpajo le acompaña allá donde va. Y en la mañana de este domingo, al pasar por el Mercado Chico en el transcurso de la visita a Ávila que realizó junto a su familia, se encontró con la sorpresa de que allí mismo había pequeños trenes sobre los que montar y recorrer la plaza sobre las vías allí instaladas. Así es que ni corto ni perezoso, cuando su madre se disponía a comprar la entrada para poder montar (al asequible precio de 1,5 euros), pidió la gorra de maquinista que allí había para ponérsela. Muy amablemente, Juanjo San Segundo se la prestó para que su hermano le hiciera la fotografía de rigor. Él fue uno de los cientos de niños que este fin de semana disfrutaron de ese divertimento en miniatura que trajo hasta Ávila la Asociación de Amigos del Tren Jardín de Collado Villalba. «Aquí hay de todo, ferroviarios pero también personas que sin haber trabajado en Renfe nos gustan los ferrocarriles, es la afición al tren lo que nos une», nos cuenta Juanjo mientras va cobrando a los papás para que los pequeños monten en tren. 

Solo el sábado casi quinientas personas disfrutaron de la experiencia, «la mayoría niños, pero también adultos porque los menores de seis años tienen que montar acompañados», nos cuenta. Este domingo, con el sol cobijando la mañana abulense y los turistas recorriendo el centro histórico, también había buen ambiente alrededor de las vías de estos pequeños trenes. «El 80% de los que montan son turistas», nos confirma Juanjo San Segundo, cuyas raíces están en el mismísimo barrio de Las Vacas, del que procedía su padre. «Se fue a Madrid a buscarse la vida y allí me crié yo, trabajé y con el tiempo he acabado viniendo a Ávila a traer los trenes, aunque nunca dejé de venir porque me gusta mucho esta ciudad», confiesa. 

De los tres pequeños trenes que este fin de semana han hecho su particular trayecto por el Mercado Chico, hay uno que gana por goleada: la máquina de vapor. «Es una réplica exacta a la original del siglo XIX, la gente cree que el humo que sale de la chimenea es de pega, pero están equivocados porque  es una locomotora a va a vapor, con su carbón y su agua», sentencia Juanjo.

Las otras dos réplicas son máquinas más modernas. «La locomotora tractora es de los años sesenta del siglo XX y la 'cocodrilo' de los setenta», nos detalla mientras observa cómo uno de sus compañeros, ataviado con gorra de maquinista y silbato a la antigua usanza, da la salida del siguiente viaje, del que el pequeño Saúl sale encantado con la experiencia. 

No es la primera vez que la Asociación de Amigos del Tren Jardín de Collado Villalba despliega sus locomotoras en Ávila y tampoco parece que vaya a ser la última porque nos cuentan que para el puente de Diciembre tienen previsto volver para ofrecer un viaje a la ilusión a los más pequeños.