Con la llegada del mes de noviembre, se abre una nueva etapa en el calendario ciudadano abulense, que incluye el cambio de hora en toda España a las tres de la madrugada del próximo domingo 30 para adelantarse una hora en beneficio del mercado laboral. Esa deseada luz natural que se irá desvaneciendo en el horizonte de forma lenta pero progresiva hasta que los primeros días de diciembre la puesta de sol llegue a las 17,47 horas. Un año más para incidir con ello en el supuesto ahorro de energía adoptado en casi toda Europa en 1974, haciendo coincidir el horario laboral con las horas de sol; ahorro que sigue siendo puesto en duda por buena parte de las fuerzas sociales, lo que no impide la sucesiva celebración en noviembre de festejos en una veintena de localidades que tienen como patronos bien a San Martín de Tours, el día 11, bien a San Andrés Apóstol, el día 30, a los que se adelanta al lunes día 7 la localidad morañega de Gutierre-Muñoz, en este caso por su beato patrón Félix Maroto.
En la capital abulense se recordará un año más la toma del hábito de Santa Teresa en el convento de la Encarnación, lo que ocurrió el 3 de marzo de 1536, justo un año y un día después de haber ingresado en este monasterio carmelita de Ávila con 21 años de edad.
El primero de los puentes festivos de ámbito nacional antes de terminar este 2022 tendrá lugar el próximo fin de semana, dado que la fiesta de Todos los Santos del 1 de noviembre es martes. Habrá que esperar siete semanas a las fechas centrales de Nochebuena y Navidad para mover de nuevo el calendario oficial, ya que se celebran en sábado y domingo, al igual que sucederá en las jornadas de fin de año y año nuevo. Sin embargo, los trece pueblos abulenses que tienen en noviembre a San Martín de Tours como patrón local disfrutarán también de un largo fin de semana, al caer en viernes su celebración en recuerdo del santo francés.
Otras tres localidades, como son Espinosa de los Caballeros, Muñogrande y Navalperal de Pinares, harán lo propio el día 30 para honrar a su patrón, San Andrés Apóstol, que también es titular de las parroquias de Rasueros, Villanueva del Aceral y cuenta con un bello templo románico en Ávila. En estos casos, la festividad será en miércoles, pero con la mirada puesta en el bullicioso mes de diciembre, del que hablaremos sin mucha dilación en estás páginas. Y ayer cerramos la relación festiva de nuestra provincia en la propia capital durante el mes de octubre con la celebración y homenaje a los santos mártires Vicente, Sabina y Cristeta, sepultados en su imponente basílica románica que mira la muralla abulense desde la plaza con el nombre del varón de los tres hermanos mártires.
De cualquier forma, seguiremos aquí y allá con la preocupante realidad de un cambio climático que se manifiesta de forma cada vez más evidente y que en el caso de Ávila y su provincia se confirma con los datos cotidianos de la Agencia Estatal de Meteorología, que yo recojo en mi ordenador desde hace años. Y son los que me dicen cada mañana que durante el presente mes de este octubre no se han registrado heladas, como ocurrieron por última vez hace siete meses. Por el lado contrario y no menos sorprendente es que la localidad de Candeleda registrase durante cinco días de julio las temperaturas más altas de toda España, incluidas Andalucía y Extremadura, llegando a los 45,4 grados el día 14, y que estuviera catorce jornadas por encima de los 40.
Pero ciñéndonos al presente mes que agoniza y poniendo también como ejemplo la ciudad de Ávila, comprobamos que la temperatura mínima de octubre no bajó de los 4,6 grados positivos del día 1, mientras las máximas estuvieron quince días por encima de los 20º, hasta superar el día 3 los 27 grados centígrados. Máximas que también tuvieron en el resto de la provincia, hasta el extremo de comprobar cómo en el Puerto del Pico los termómetros también se elevaron por encima de los 20 grados durante diez jornadas hasta superar los 25 grados el día 4.
Y por lo que se refiere a la lluvia, prácticamente inexistente durante los meses precedentes, se ha presentado en nuestra provincia durante el presente octubre, con más de cincuenta litros por metro cuadrado recogidos en Ávila durante nueve días, si bien fue de nuevo el sur de Ávila donde el agua hizo gran acto de presencia, sobre todo durante la pasada semana. Y que no pare.